Cáceres brilla durante el Puente de los Santos

Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

(La brisa nocturna)

Durante las noches primaverales, la brisa recorre los rincones de la ciudad antigua de Cáceres.

Acompaña a los espectros de tantos siglos de historia y recoge sus recuerdos, sus confesiones de las existencias ya cumplidas y las traslada a cada palacio, a cada iglesia, hacia el exterior a través de las puertas que acceden a la modernidad y a los nuevos paisajes urbanos. Algunos paseantes sensitivos captan sus mensajes, los susurros al oído transmitiendo confidencias, secretos, revelaciones de los entresijos de tantos personajes y familias que han configurado el cuerpo y el alma de la ciudad.

La brisa nocturna recoge las esencias cacereñas y, sobre todo, el espíritu de una maldición secular que mantiene apresados a los antiguos moradores almohades desterrados a las criptas de la Historia.

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