La vicepresidenta primera de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez, ha calificado como «muy positivo» el III Encuentro de Oportunidades en el Medio Rural JATO 2024 que finaliza este domingo, tras tres días de actividades destinadas a «empoderar a los municipios» de la provincia cacereña, al tiempo que se dan a conocer potencialidades que van desde el ocio hasta el negocio pasando por el desarrollo económico, social y medioambiental.
En términos de afluencia, Gutiérrez ha explicado a Europa Press que, pese a no disponer aún de los datos concretos de asistencia, «desde el viernes ya se notaba que la presencia del público era muy superior a la de otros años».
Estos flujos de asistencia se han hecho especialmente presentes, según ha señalado la vicepresidenta de la institución provincial que organiza el evento, en actividades como el desfile de moda artesana y sostenible de la provincia de Cáceres que ha tenido lugar la mañana de este domingo en la plaza de San Jorge de la capital provincial.
Asimismo, Gutiérrez ha celebrado el volumen de ventas efectuadas en el Biomercado, donde productos de denominación de origen como los quesos han tenido tal éxito que sus correspondientes puestos han tenido que reponer el género.
El origen de JATO
Originaria del castúo y pronunciada con la ‘h’ aspirada, la palabra ‘jato’, con la que se ha bautizado a este encuentro, hace referencia a la bolsa de tela cargada de ropa y comida que portaban consigo quienes salían de sus casas.
Ello hizo que, en la jerga popular de los pueblos y comarcas de la región cacereña, este vocablo sirviera para designar al acto de hacer la maleta (el ‘jato’) para desplazarse desde los pueblos hasta la capital cacereña.
Cabe destacar que JATO nació en el año 2022 con la vocación de erigirse como un escaparate en el que presentar proyectos competitivos con capacidad de generar empleo «estable y de calidad», demostrando que el entorno rural cacereño está «lleno de vida y oportunidades» y que, por ende, en él es posible desarrollar un proyecto de vida en núcleos de población pequeños, según ha recordado la propia organización.
En este sentido, Gutiérrez ha reivindicado la importancia de celebrar encuentros como este a fin de «empoderar» a los pueblos del mundo rural que «crean y conservan tradiciones», al tiempo que se visibiliza la innovación que en ellos también existe.
«Yo creo que no tenemos que tener complejos, al contrario. Hay mucho talento y muchas ideas, además de que hay calidad de vida en el medio rural», ha asegurado la vicepresidenta primera tras insistir en que «es una seguridad invertir en la provincia de Cáceres, si se busca calidad de vida y modelos de vida más sostenibles».
Relevo generacional e innovación
Para la vicepresidenta primera, JATO se constituye como un punto de «encuentro, debate y reflexión sobre los retos del futuro» en el que mostrar los rostros y proyectos de quienes, en el mundo rural, han «arriesgado, innovado y aprendido» haciendo de sus emprendimientos su «medio de vida».
En esta línea, cabe destacar que, como novedad de esta edición, el pasado viernes se celebró una jornada empresarial para ahondar en el problema del relevo generacional en determinados negocios o pequeños comercios que cierran sus puertas al público, por cuenta de la jubilación.
Ello permitió generar un punto de encuentro entre empresarios que se plantean cerrar sus establecimientos y los interesados en continuar con los mismos.
«Ha habido muchísima gente interesada en este espacio, de modo que esperamos, de cara a las próximas ediciones, que se pueda mantener», ha señalado la vicepresidenta primera de la institución cacereña.
Por otra parte, más de una veintena de empresas innovadoras de la provincia han exhibido productos como las copas menstruales de Naturcup (La Vera); los productos elaborados a partir de pistachos, de Pistajara (Reserva de la Biosfera de Monfragüe); el software para la gestión de las ganaderías bovina, ovina y caprina de Libro Ganadero, o los productos de cosmética natural ‘cruelty free’, vegana y con ingredientes ecológicos de Goji Mediterránea.
Un despliegue de colores y tradición
Tras el desembarco en la capital provincial de las 14 comarcas cacereñas el pasado viernes, la ciudad también se ha convertido en un centro de talleres, desfiles y conciertos, entre otras actividades repartidas por puntos como la Plaza Mayor, la de San Jorge, o la de San Mateo, y arterias como la General Ezponda, Paneras, Pintores o la Gran Vía.
Uno de los momentos más esperados de JATO ha tenido lugar este pasado sábado, cuando 1.050 personas oriundas de alguna de las 14 comarcas cacereñas atravesaron el Paseo de Cánovas hasta llegar a la Plaza Mayor, en un gran desfile en el que cerca de 40 fiestas, muchas de ellas declaradas de interés turístico, tiñeron de música, color, danza y tradición el centro de la capital provincial.
Así, coloridos cabezudos de Aldeanueva del Camino, el Jarramplas de Piornal, las Carantoñas de Acehúche, Las Purificás de Monroy y Santiago el Campo, Las Lavanderas de Cáceres, la Encamisá de Torrejoncillo, el Carnaval de Ánimas de Villar del Pedrodo, los Tableros de Albalá y Valdefuentes, o los Jurramachos de Montánchez marcharon a la vez por las calles de la ciudad, al son de la música tradicional y bajo la atenta y curiosa mirada de los asistentes.
Broche de oro
El broche de oro a este encuentro lo puso el desfile de moda artesana y sostenible de la provincia de Cáceres que llenó al «completo» la plaza de San Jorge la mañana del domingo, en palabras de la vicepresidenta primera.
Entre los diseñadores que protagonizaron este desfile está Emma Prieto, cuyo vestido de flamenca se ha hecho viral en la feria de Sevilla de este año, o el joven promesa Alberto del Río, quien aboga por «empoderar a la mujer rural» mediante métodos tradicionales como el ganchillo y homenajes a festividades locales como el Jarramplas y la tradicional gorra de Montehermoso como símbolo de Extremadura.
El carácter transfronterizo de la pasarela articulada en Cáceres también se vio reflejado con la participación de la danesa Charlotte Houman, quien es experta en lana merina extremeña, así como en la extremeño-congoleña Merline Luendu, ganadora de los 36º Premios ANDE.