Carmelo Cascón. Foto: José A. Caso

La inflación y la subida de precios atenaza la economía de muchos hogares en el mundo. ¿Cómo afectará este proceso a la infancia?

De una forma decisiva, el incremento de precio de productos como el papel (23%), unido al incremento del precio de los alimentos, la electricidad, el gas, etc. repercute en la cesta de la compra y empobrece a los hogares, aún más en aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, donde se está agravando la situación y se están viendo obligados a recortar aún más los gastos en lo más básico.

Además, esta problemática no afecta solo a menores en riesgo de exclusión o a familias con rentas bajas, también afectará en la calidad de vida de las familias con nivel de ingresos medio.

Efectivamente, ya lo decíamos antes, la crisis es grave, los salarios no aumentan lo suficiente, pero todos los costes se disparan, como ocurre con las hipotecas y préstamos a tipo variable y la importante subida del Euribor. Según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2021, el riesgo de pobreza y exclusión social de los menores de 18 años en España es del 33,4% y hay más de 889.000 niños y niñas en situación de carencia material y social severa, el nivel más extremo de escasez. En Extremadura este dato es aún más preocupante, siendo el 40,6 % de menores que se encuentran en esta situación.

Extremadura y UNICEF llevan trabajando juntas muchos años… ¿Qué más se puede hacer de cara al futuro?

Ante un inicio de curso tan complicado para las familias, UNICEF propone la gratuidad de los artículos y servicios relacionados al menos con la educación obligatoria (como libros de texto, comedor o transporte escolar, especialmente para los hogares sin o con menos ingresos).

“Extremadura es una tierra solidaria que ha atravesado muchas penurias, sabemos lo que representa la solidaridad”

De cara al futuro hay que mantener las políticas actuales y desarrollar otras más ambiciosas, como las propuestas que han salido del VII Encuentro Estatal de Consejos Locales de Participación de la Infancia y la Adolescencia, que se han celebrado en Cáceres los días 5 y 6 de noviembre, donde niños, niñas y adolescentes de toda España han trabajado sobre cuestiones que directamente les afectan, como la salud mental o la educación. Debemos escucharles.

¿Los extremeños se sienten identificados con los proyectos y las iniciativas de UNICEF?

Yo estoy convencido de que sí, Extremadura es una tierra solidaria, que ha atravesado muchas penurias, durante muchos años, y sabemos lo que representa la solidaridad y lo necesaria que es la implicación de toda la Sociedad en las causas justas.

Actualmente Unicef Extremadura tiene casi 8.500 socios, viniéndose incrementando cada año, a pesar de la Pandemia, de la inflación y subida de precios de los productos básicos.

Agradecer también la colaboración de las administraciones públicas que apoyan nuestros proyectos de cooperación en países en vías de desarrollo, como la Diputación de Cáceres que en 2022 está apoyando un proyecto en Burundi para mejorar el acceso al agua potable o la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo, quien financia un proyecto para apoyar la distribución de vacunas en un contexto de COVID en Senegal. 

Este año Extremadura pasa de tener 2 centros referentes en educación en derechos de UNICEF a 4. ¿Cuál es el objetivo de estos centros, por qué son tan importantes y cómo se puede animar a los colegios a sumarse a esta iniciativa?

UNICEF España impulsa el programa de Educación en Derechos de Infancia con la finalidad de reconocer el esfuerzo de los centros educativos por llevar a cabo proyectos que mejoren la vida de la infancia a nivel local y global a través de la innovación educativa. El programa busca hacer efectiva y tangible la Convención sobre los Derechos del Niño en el ámbito educativo y en el día a día de la infancia.

Animamos a los centros educativos de la región a contactar con UNICEF Extremadura y conocer más el programa de Centros Referentes en Educación en Derechos.

La pandemia agudizó un problema latente en la sociedad al que suele darse poca importancia: la salud mental. Los niños y adolescentes no están a salvo de esta lacra, ¿qué se puede hacer para ayudarles desde España y en nuestra propia región?

La edición 2021 del informe sobre el Estado Mundial de la Infancia supone el análisis más completo realizado por UNICEF sobre la salud mental de los niños, las niñas, los adolescentes y los cuidadores en el siglo XXI, y revela que antes de la COVID-19 la infancia y la juventud ya sufrían problemas de salud mental, sin que se hicieran las inversiones necesarias para solucionarlas.

A partir de ahora, y tras la aprobación de la LO 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, y la creación de la figura del coordinador de bienestar y protección en todos los Centros Escolares, ya sean públicos o privados, esperemos que se reduzcan sensiblemente las situaciones de violencia, acoso escolar, etc., y se tome realmente en serio la salud mental de niños, niñas y adolescentes, adoptando las medidas que resulten necesarias y con las debidas dotaciones económicas, para llevarlas a buen fin.

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