DSC_7621Semana Santa

Semana Santa

Desde las páginas de “Avuelapluma”, quiero enviar un saludo cordial y afectuoso para cuantas personas habitan en nuestra ciudad de Cáceres y para todos y cada uno de los visitantes que deseen pasar con nosotros estos días de Semana Santa. No hay una Semana Santa que sea igual a la anterior. Casi siempre, cada año, sucede algo que viene a marcar lo que significan estas fechas, pero con el acento puesto en algo determinado. Sin embargo, lo que si está claro es que la Semana Santa de Cáceres, cada año, viene significando un crecimiento, en todos los sentidos  y ello lo es por el trabajo que realizan todas y cada una de las Cofradías y por la coordinación que realiza la Unión de Cofradías, con una labor que comienza, para el año próximo, cuando concluye la Semana Santa que vamos a iniciar en unos días. Hablamos de una entrega desinteresada de un gran número de personas, de todas las edades, que se afanan en intentar conseguir que sus pasos, los de sus Cofradías, brillen con luz propia.

En estos días, todos somos testigos, en ocasiones en el incomparable marco de la Ciudad Monumental y, otras veces, en parte de la ciudad más moderna, del procesionar de unas imágenes que nos reviven unos hechos que marcaron la historia del mundo, como son la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Es la actitud de la inmensa mayoría de todo un pueblo que, desde el respeto y desde la fe recibida, en su día, de nuestros mayores, rememora aquellos hechos que, después de 2014 años, aún siguen de actualidad. Siempre me he manifestado en el sentido de decir que el procesionar de todos estos pasos de la Semana Santa de Cáceres, son una auténtica catequesis que debe servir para impregnar nuestra alma y llenarla de contenido espiritual, recordando y reviviendo lo que ocurrió en Tierra Santa hace XXI siglos.

Este año, he querido hacer hincapié en el sentido de que nos acordemos  de esos hermanos nuestros a los que la crisis económica les ha privado de todo lo indispensable para poder vivir. Son los alejados, los que viven en las periferias de la vida y del corazón, como siempre dice el Papa Francisco. Son nuestros hermanos que se han quedado sin trabajo, son nuestros jóvenes que no encuentran ese trabajo necesario para independizarse e intentar crear una familia. Son tantas y tantas personas que, por una u otra causa, una sociedad injusta les ha privado de lo necesario para poder subsistir dignamente. Os llamo a la solidaridad. Ayudemos a estos hermanos nuestros no solamente con lo que nos sobre sino, también,  con lo que nos privemos. Llevemos un halo de esperanza a estos hermanos nuestros a los que la vida les ha golpeado fuertemente.

Acojamos con los brazos abiertos a cuantos nos visiten en estos días y que la hospitalidad sea la tarjeta de visita de todos y cada uno de nosotros.

Para todos, os deseo una feliz Semana Santa.

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