La bruja Circe

Se arma en las redes tanto alboroto con la feria de Sevilla que parece que no hay otra cosa en las redes y en el mundo. Pero no es así en cada rincón y pueblo entre mediados de abril y primeros de mayor florecen las ferias como las flores y no es de ahora. Lo hemos heredado de las viejas costumbres de pastores transparentes pequeños asentamientos agrícolas y recolectores. Cierra tus ojos y piensa en aquellos pequeños grupos humanos separados unos de otros, aunque en ubicación estuviesen próximos 50 kilómetros a pie cargando la casa los niños y los animales no se hacen en un día. Esos pequeños grupos humanos se desplazaba a las ferias para vender e intercambiar, para lucir sus ropas más lúcidas, para ver a los que ya conocían, algunos lo harían para contarse secretos, organizar parejas o encontrar aprendices para su casa.

Otros llenarían telas, tejidos de lana, pequeños animales o el producto de sus artesanías.

Esos encuentros nos han traído a estas fiestas, todas por las mismas fechas, de la segunda semana de abril a mediados de Mayo. Fue el papá Gregorio II el que entendiendo que no podía cambiar la naturaleza de esas fiestas en pueblos aún con un tipo de vida rural y agrícola. Tuvo el acierto de poner esas fiestas bajo la advocación de varios santos y vírgenes. La Luz, San Gregorio y las ferias que se establecían por el nombre de la villa o ciudad donde se celebraban.

Antaño era muy necesario el intercambio de productos y los encuentros en romerías y ferias y hoy día tras el largo invierno, también lo es. Aquí esperamos la festividad del Dragón, al siguiente día el patrón San Jorge y después la bajada de la Virgen de la Montaña. Todo aderezado con reuniones, casetas y salidas en grupos. Felices fiestas, romerías o ferias a cada ciudadano y asentamiento. Disfrutad hoy. Carpe Diem.

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