La bruja Circe
Me río por no llorar. El sábado, con el motivo de la visita de la imagen de la Montaña a San Blas, por cierto para los interesados el manto era casi blanco de un crema muy tenue, muy elegante, se formó una fiesta de cata de productos de caza, chef especializados, exquisitos pedazos de reinterpretación de la carne de caza. El de perdiz escabechada era un primor, el de venado se te ponían los ojos vueltos. Participaba además mi sobrino Julio, que promociona a la asociación de caza, con un puesto, donde traía una pequeña parte de su material que está a vuestra disposición en Extremeña del campo de Brozas, extrecampobrozas.es
Mis acompañantes y yo habíamos ido a participar de la fiesta, a ver a mi sobrino y a disfrutar la actuación de Pilar Boyero.
Cuando veo desde lejos una chica joven, oteando el horizonte, nos miró, viejas carcas se dijo. A por ellas y se acercó bajo pretexto que era del periódico a Extremadura a preguntarme a qué había ido yo, y yo se lo dije.
Cuando le dije Circe la bruja ya comenzó a ponerse pálida, cuando me preguntó que si había ido a ver la virgen, le dije que no era el caso que hubiese ido en esta ocasión a ver la imagen, se asustó y cuando mi hermana le dijo que su «periódico» se estaba convirtiendo en la hoja parroquial, salió por pies y dijo que no podía publicar eso… Pues no dices nada nuevo chica, pero has acumulado puntos de discriminar por edad, por creencias religiosas y por no estar de acuerdo con la corriente socio-política imperante. Tú opinión no vale si no es la mía, nos trasmite.
Que la tan venerada imagen le de un poco más de vista y de tacto la próxima vez. Luego dirán que todos los entrevistado habían ido a ver la imagen de la Virgen de la montaña. Así se manipulan las estadísticas y la verdad.
Por lo demás la fiesta, estuvo bien, la ermita se llenó de gente y el barrio recibió una inyección de vida, que siempre es bueno. Feliz semana.