Tiempos posmodernos /
Víctor Gabriel Peguero

Extremadura no es España. Deberíamos empezar a poner pancartas con dicho eslogan en los partidos del Cacereño y del Badajoz. Bueno, mejor en inglés. Extremadura is not Spain.

Aunque lo de las pancartas en los estadios de fútbol es para empezar, porque además de momento se nos queda corto ya que no podemos sabotear las finales de la Copa del Rey pitando el himno. Así que se me ocurre que lo siguiente es quitar las banderas de España de los ayuntamientos y poner solo la de Extremadura -bien grande, y a poder ser con una estrella comunistoide en algún sitio, para generar interacción con los twitteros- junto a una de la Unión Europea. La bandera de la Unión Europea es para que la gente sepa que de españoles no tenemos nada, pero de europeos mucho. Y para que quede definitivamente claro que no somos españoles, solo nos falta montar un sistema de embajadas, meter a 2.300 personas a trabajar en Canal Extremadura y, si viene el presidente -el del Estado Español-, no salir a saludar. Ah, y referéndums ilegales algún finde.

Y con esto habremos conseguido, fácilmente, 4.200 millones de inversión para Extremadura.

Al menos, así es como funciona con Cataluña. Así que, ¿por qué no va a funcionar con Extremadura? Es cuestión de copiar el modelo de independencia. Si debe ser hasta franquiciable.

Digo esto porque ver el otro día a Mariano Rajoy presentando un plan de inversiones de 4.200 millones de euros en infraestructuras para Cataluña sin que el Presidente español fuera recibido por ninguna autoridad catalana, en un momento en el que los representantes políticos independentistas catalanes -inhabilitados recientemente algunos de ellos- amenazan con la sedición, me parece grotesco. Y Cáceres-Badajoz sin autovía. Y de tren, ni hablamos.

Tengo que reconocer que cuando vi la noticia me sentí agraviado, como extremeño y como español. Pero también tengo que reconocer que luego redirigí el cabreo en cierta medida, y me explico. Extremadura también ha recibido muchas inversiones y transferencias tanto del Estado, como de la Unión Europea. Las hemos recibido porque, tradicionalmente, hemos sido una región atrasada por muchas circunstancias históricas, geográficas, económicas y sociales. Pero es que, hasta hace relativamente poco (2006), Extremadura venía siendo, por ejemplo, la región que más dinero del Estado recibía por habitante. Además, hemos sido durante años objetivo 1 para la Unión Europea porque nuestro PIB estaba por debajo del 75% de la media comunitaria, con lo que eso significa en ayudas europea de todo tipo.

Y, ¿qué han hecho los gobiernos de Ibarra -principalmente- Vara, Monago y Vara durante todo este tiempo y con todas esas ayudas con cifras, en ocasiones, realmente altas per cápita? Para Europa seguimos siendo objetivo 1 de desarrollo. Nuestro bolsillo sigue estando por debajo del 75% de la media de Europa. Somos la Comunidad Autónoma con los peores datos de paro del último año. Y los jóvenes se van.

Siempre nos quedarán nuestros palacios de congresos, para aplaudir bien fuerte.

 

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