La Junta de Extremadura se encuentra a la espera de la resolución judicial que les autorice la prohibición en la comunidad autonóma de las reuniones privadas de más de 15 personas, así como los botellones en la vía pública.
Así lo ha avanzado el consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, en rueda de prensa este lunes en Mérida, en la que ha explicado si finalmente el juez no autoriza esta prohición, el Ejecutivo extremeño realizará esta recomendación.
La decisión de la Junta de Extremadura de prohibir estas reuniones privadas de más de 15 personas se debe a que el 54 por ciento de los casos de coronavirus confirmados en la región tienen su origen en alguna celebración o evento familiar y en el «ocio no controlado».
En cualquier caso, ha explicado que las excepciones a esta prohibición son los velatorios, las bodas, las comuniones y los bautizos o «rituales asimiliados», que conlleven servicio de hostelería y restauración en los que deben observarse las medidas de seguridad establecidas, al ser una «celebración reglada».
INFORME EXHAUSTIVO
Para ello, la Dirección General de Salud Pública ha remitido un «informe exhaustivo» a la autoridad judicial en el que justifica los motivos para tomar esta decisión, a través de datos epidemiológicos, y a partir de ahí, el juez podrá autorizarlo, y en ese caso se publicaría una resolución con la prohibición, y en caso de que no se autorice, se publicaría en forma de recomendación.
«Entendemos que estamos limitando ciertos derechos que requieren una autorización judicial», ha considerado el titular de Sanidad, quien ha calculado que la Junta espera esta decisión de un plazo de unas 24 horas.
En cualquier caso, Vergeles ha reafirmado que Extremadura es «de las pocas comunidades autónomas donde el número de casos desciende», pero ha alertado de que «eso no nos debe consolar, porque el virus sigue con nosotros».
Así, en la actualidad hay muchos casos de Covid-19 que están relacionados con la movilidad, y «en agosto va a haber más movilidad», ya que según los datos que ha ofrecido el titular de Sanidad, se prevé que puedan ser unas 300.000 personas las que visiten este verano la región, y «al virus le gustan las aglomeraciones no controladas», ha resaltado.
«Al virus le gusta aprovecharse de esas personas que, como están en una reunión familiar, se olvidan de las medidas de seguridad porque les lleva el afecto», ante lo que Vergeles ha alertado del «problema» que supone prescindir de la mascarilla y de la distancia de seguridad, que «puede ir creciendo a medida que vayan llegando personas de otras comunidades autónomas».
En ese sentido, el titular de Sanidad ha admitido que la policía no puede controlar todas las reuniones familiares que se celebren en casas particulares, pero ha apuntado que «de alguna de ellas puede haber consecuencias, de algún positivo», y en ese caso «ya hay una falta» que se tipificará de acuerdo al decreto ley de sanciones aprobado por la Junta.
Por este motivo, Vergeles ha apelado a la responsabilidad individual de los ciudadanos ante la situación actual generada por el coronavirus, que supone «un problema que se puede ver agravado».