Con ánimo de discrepar /
VÍCTOR CASCO
El ministro Wert pretende eliminar de bachillerato los estudios sobre biología animal y botánica. Darwin desterrado. Lo importante es que los “chicos” aprendan ciencias aplicadas, es decir, no que conozcan cómo funciona el mundo, de dónde venimos, cuál es nuestro origen, sino exclusivamente aquello que les sirva para aplicarlo posteriormente en un puesto laboral. Se estudia para trabajar, no para saber ni mucho menos para comprender.
Os contaré un cuento: Isaac Asimov nos relató la historia de una civilización que en su colapso olvidó cómo se hacían las máquinas que utilizaban. Los científicos terminaron por desaparecer y finalmente tenían naves pero no sabían cómo construirlas porque ignoraban los secretos físicos que escondían; sólo podían mantenerlas y finalmente las máquinas y naves terminaron por estropearse definitivamente y la civilización desapareció (o casi, pero si os interesa el casi leeros la trilogía “Fundación” del autor mencionado). Pues bien, Asimov se basó en un hecho real: la caída de Roma. Cuando Roma desapareció también se olvidaron todos sus logros en materia de agricultura, arquitectura, ingeniería… y tuvieron que pasar varios siglos para que pudieran volver a recuperarse.
Una buena educación debe servir sobre todo para entender mejor el mundo que te rodea
Wert pretende también que se olviden todos los logros del saber humano: no importa ignorar las leyes físicas que rigen este Universo, o el origen y evolución de las especies, o la fascinante historia de cómo todos los seres vivos estamos entrelazados. Ese saber no interesa, “no es útil”. Comprender qué se esconde tras la ecuación E es igual a m por c2 no es importante, lo que interesa es que terminen en una Central Nuclear. Trabajadores dóciles y sin conocimientos. Prolongaciones de la máquina. Manos cualificadas, sí, pero sin saberes.
Una buena educación te lleva, qué duda cabe, a un buen empleo. Pero en ese camino no hay que olvidar que una buena educación debe servir sobre todo para entender mejor el mundo que te rodea. De lo contrario al final tendremos máquinas pero no sabremos cómo se llegaron a construir.