De Cáceres de toda la vida /
JOSÉ MARÍA SAPONI
La Navidad es la fiesta principal de los cristianos, eminentemente familiar y muy celebrada por millones de personas en todo el mundo,
San Agustín dice: “despiértate: Dios se ha hecho hombre por ti. Hubieses muerto para siempre, si él no hubiera nacido en el tiempo. Nunca te hubieses visto libre de la carne del pecado…”
La Navidad es una invitación a sembrar en los surcos de la historia humana valores como la paz, la justicia, la amistad, el respeto sagrado a la vida humana, la libertad, y también la Navidad es una llamada a construir un mundo mejor donde no haya guerras, violencias, enemistades, asesinatos, hambres, miserias, exclusiones.
La Navidad es tiempo de celebración, regalos, niños, alegría y familia, pero también es una época muy propicia para el reencuentro con nosotros mismos, con la Divinidad y con los demás.
Es asimismo, tiempo para dejarse llevar por los sentimientos de solidaridad, dejando fluir libremente nuestro afecto, cariño y comprensión con alguien que necesite un poco de nosotros.
Históricamente el día de Navidad aparece en Roma en el documento denominado “Cronógrafo Filocaliano”(año 336),que al tratarse de un calendario litúrgico, parece cierto que la indicación no es un simple dato histórico, sino una referencia, en cuanto se considera que las demás fiestas parten del 25 de Diciembre.
Fuera de Roma, en África por ejemplo, el Nacimiento de Cristo es referido ya por Optato de Milevo-Obispo de Numidia (año 360) festejando también la adoración de los Magos el 25 de diciembre. En Oriente la fiesta de la Natividad, comienza a aparecer al final del siglo IV; y en el año 380 San Gregorio Nacianzeno la introduce en Constantinopla.
Un escrito de San Juan Crisóstomo del 20 de diciembre, relata que el 25 de diciembre del año 386 se celebra por primera vez el Nacimiento como fiesta distinta de La Epifanía (del 6 de Enero), fiesta que provenía de Roma.
Las Navidades actuales, tan tiernas y emotivas, y por otro lado costosas por los gastos que las familias realizan, se aleja de alguna manera del mensaje originario de la Navidad. Aunque detrás de esa extraordinaria actividad comercial e intercambio de regalos, queda lo más íntimo y emotivo, como son esas reuniones familiares, de arraigada tradición que se celebran especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar, para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales, o con la acostumbrada salida a la Misa del Gallo (25 de diciembre a las 0,00 horas), que ahora ya no se lleva tanto y se cambia por una salida al estilo del “botellón con serpentinas”.
Por último la tradición de los regalos que se mantiene actualmente con fuerza el día de los Reyes Magos, es algo que se debiera cuidar por pertenecer a las raíces cristianas y no debe quedar en segundo plano con la figura de Papa Noel que está arraigando en España, a la cual no nos debemos oponer pero que no es sustitutiva de la de Reyes Magos en cuya ilusión nuestra infancia siempre se mantuvo.
Porque es Navidad los mejores deseos para todos y especialmente para los que hoy están en dificultades y que el año 2014, sea como ha dicho el Presidente RAJOY el año de la recuperación.