contagio por legionella
El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, atiende a los medios en el ayuntamiento. Europa Press

El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, ha confirmado que no hay contagios por legionella en la ciudad ni se ha producido ningún ingreso en centros hospitalarios de personas enfermas, por lo que ha pedido tranquilidad a la población porque esta circunstancia no tiene nada que ver con lo que ocurrió el año pasado, cuando cinco personas murieron en la ciudad tras detectarse un brote de esta bacteria.

En esta ocasión, se ha encontrado la bacteria en varias fuentes de la ciudad, que han sido clausuradas, a raíz de unos análisis preventivos que se han realizado por parte de la empresa Canal de Isabel II, pero no hay legionella en las conducciones de agua ni en las tuberías de abastecimiento, por lo que se puede hacer «vida normal», ha dicho el regidor en declaraciones a los medios este viernes tras conocerse que se han precintado ocho fuentes en diferentes barrios al detectarse la bacteria.

Mateos ha recordado que la legionella se transmite y se contagia por vía aérea, no por ingerir agua, por lo tanto, «no hay ningún problema». «El año pasado sí podíamos hablar de un brote de legionella, ya que se habla desde el punto de vista sanitario que hay un brote de legionella cuando hay tres contagios o más pero, en este caso, no hay contagios, por lo tanto, desde el punto de vista sanitario no podemos hablar de que haya un brote», ha recalcado.

Cierre de fuentes y más vigilancia

Asimismo, Mateos ha indicado que todo esto es consecuencia de las altas temperaturas que estamos viviendo estos días, ya que la legionella es una bacteria que está en el ambiente, cuya presencia es habitual en esta época del año con las altas temperaturas y, por lo tanto, «lo positivo en este caso es que han funcionado los servicios de prevención y que han funcionado los servicios de inspección».

«No hay casos de legionella en la ciudad y quiero lanzar ese mensaje de tranquilidad a los vecinos», ha insistido, al tiempo que ha añadido que en un plazo de aproximadamente quince días se volverá a hacer una analítica y comprobar si ha desaparecido o no la bacteria.

Cabe recordar que en la ciudad hay unas 300 fuentes públicas y que, de forma preventiva, se han inspeccionado unas 70 de manera aleatoria. A día de hoy, se han realizado ya 42 análisis y solo han sido 8 las que han dado positivo. Todas ellas son fuentes estancas, es decir, no son aspersores ni generan aerosoles, sino que solo cuentan con un chorro de agua por lo que, según aseguran los servicios técnicos, «es muy improbable que haya un contagio de legionella en este tipo de fuentes».

«Una cuestión distinta es que hubiese surgido la legionella, como ha pasado en otras ocasiones, en fuentes ornamentales o en aspersores», ha señalado el alcalde que ha dicho que, no obstante, se ha incrementado la vigilancia en las fuentes ornamentales y en el riego de parques y jardines «para tener un mayor control de la situación», aunque, lógicamente es «imposible» analizar las 35.000 bocas de riego por aspersión que hay en la ciudad.

Lo que sí se ha hecho ya es cerrar el géiser del parque del Rodeo, que fue uno de los focos de infección el año pasado, y que este verano se apagó el pasado mes de junio por precaución.

Control en las piscinas

También se están vigilando las piscinas municipales cuya empresa concesionaria tiene la obligación de hacer analíticas constantemente y todos los días a la situación del agua. Mateos ha recomendado también a los establecimientos o espacios privados que cuentan con sistemas de pulverización, que hagan «algún tipo de analítica por evitar males mayores»

«Pero también digo que la legionella es una bacteria, como decía, que está en el ambiente, que es una cosa habitual y que en épocas del año con 44 o 45 grados en las horas centrales del día durante varios días seguidos es fácil y es normal que prolifere. Por lo tanto, precaución, vigilancia y dentro de eso, vida normal», ha insistido.

Así las cosas, los sistemas de riego de parques siguen funcionando al igual que las fuentes ornamentales, así como las que no han dado positivo, ya que solo se han precintado en las que se ha detectado la bacteria porque, aunque no se transmite al beber, se ha considerado prudente clausurarlas a pesar de que sean necesarias para los usuarios, sobre todo en este episodio de altas temperaturas que se ha vivido.

FuenteAvuelapluma/Europa Press
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