Conrado Gómez, Presidente de la Asociación Cultural Avuelapluma

Avuelapluma ha cumplido 10 años de premios y 11 desde que se editara el primer número de su publicación. Ha transcurrido más de una década de un proyecto que nació durante la crisis económica y que durante todo este tiempo ha resistido las embestidas, reinventándose infinidad de veces, cayendo y volviendo a levantarse… y, sobre todo, “aprendiendo que los desvelos merecen siempre la pena cuando detrás hay una razón de peso”.

Así lo ponía de manifiesto Conrado Gómez, presidente de la Asociación Cultural Avuelapluma, en la gala de entrega de sus premios, “nuestro particular homenaje a gente como la que está sentada hoy con nosotros, gente con talento que se entrega sin condiciones a la Cultura…” En ellos “está la entrega absoluta, y sin gente que se entregue, el mundo no va a ninguna parte”.

Recordaba Conrado Gómez que crearon estos premios “con el convencimiento de que son necesarios, de que son una pieza minúscula en el engranaje, pero imprescindible en el mecanismo que nos rodea”; premisa ésta, añadió, “con la que abordamos cada proyecto al que damos forma, con pasión y entrega”.

Los desvelos merecen siempre la pena cuando detrás hay una razón de peso”

Habló el presidente de ‘Avuelapluma’ de actualidad, de un mundo “en el que todo lo que parecía intocable se está desmoronando”, y cuestionó si se hubiera dado hace unos meses crédito “a que un tipo que humilla a las mujeres y veja a la comunidad latina se convertiría en presidente de la mayor potencia del mundo, que Reino Unido acabaría dejando la Unión Europea, que la extrema derecha de Le Pen estuviera disputándose las presidenciales en Francia, que la crisis de los refugiados hubiera sacado a relucir la falta de humanidad de Europa obviando el deber de auxilio…”; para seguidamente considerar que ante esta realidad “la cultura sigue siendo ese refugio donde se rompen las barreras ideológicas, donde se vuelven a tender puentes… Porque los pensadores de hoy serán los líderes de mañana”.

Y, por supuesto, de los premiados de este año, de los que dijo “son pulmones de tolerancia en medio de tanto ruido”; y de los premios en sí, indicando que “pretenden ser un receso, un aliento, un bochinche de agua fresquita, un alto en el camino para que nos miremos a la cara y nos encontremos”.

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