La plataforma de apoyo al exalcalde de Carcaboso (Cáceres), Alberto Cañedo, del que ya hablamos en Avuelapluma hace tres semanas, ha superado las 10.000 firmas a través de la plataforma Change.org solicitando su indulto.

Estas firmas se suman a las que se han ido recogiendo en mano en los distintos actos que se están celebrando en toda la geografía nacional presentando el libro que recoge su caso y en los que el propio Alberto Cañedo cuenta, de primera mano, su experiencia.

Esta última semana Alberto Cañedo ha visitado Euskadi donde ha tenido la oportunidad de explicar su situación a distintos colectivos de la provincia de Gipuzkoa.

Las firmas están dirigidas al ministro de interior con el fin de poder conseguir un indulto que evite el ingreso en prisión del exalcalde cacereño, al considerar injustas las sentencias que le condenan obtenidas a través de una «sistemática persecución política», indica la plataforma.

Prisión inminente

Cañedo recibió el lunes día 16 de mayo la notificación del juzgado que le informaba de su inminente ingreso en prisión por no poder satisfacer las cuotas establecidas por el juzgado para el pago de las condenas derivadas de un proceso en el que fue condenado a ocho años de inhabilitación.

En concreto, el Juzgado de lo Penal de Plasencia condenó en octubre de 2015 a Cañedo a ocho años de inhabilitación para el ejercicio de empleo o cargo público por un delito de prevaricación urbanística, así como al pago de unas indemnizaciones, una multa de 17 meses con cuota diaria de 12 euros y al abono de las costas procesales. El tribunal consideró a Cañedo autor criminalmente responsable de un delito de prevaricación urbanística en relación a la promoción de unas viviendas. Avuelapluma contó lo sucedido con las viviendas el lunes 7 de mayo.

Una promotora quería construir unas viviendas en un solar de la localidad, vendió seis de ellas y los compradores comenzaron a pagarlas, pero la constructora entró en quiebra y no pudo terminar la urbanización. Cañedo explicó a Avuelapluma que los vecinos acudieron a él para encontrar una solución: se habían quedado sin dinero y sin vivienda. El constructor propuso entonces que se concediera la licencia de primera ocupación para que los vecinos pudieran escriturar sus viviendas que ya estaban ocupando desde hace unos meses y poder terminar la obra. Las viviendas ni siquiera estaban terminadas pero, a pesar de ello, el exalcalde decidió hacerlo para evitar que los vecinos se quedasen sin casas, ya que si no se entregaba perderían las viviendas. “Me la jugué, sabía que era ilegal y que estaba prevaricando pero aún así lo hice porque nos eligen en un pueblo pequeño para tomar decisiones e intentar que tu pueblo avance, así que tomé esta decisión”, aclaró Cañedo.

El exalcalde consideraba entonces que había hecho bien porque la otra opción era reconocer los fallos técnicos y que el banco les quitara las viviendas a los vecinos. Sin embargo, meses después, algunos de los inquilinos fueron quienes denunciaron este hecho. Por esto le condenaron a 8 años de inhabilitación, 36.000 euros de indemnización y una multa de 6.000 euros.

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