La bruja Circe

¿No es lo mismo el por qué?, ¿por qué a mí? que nos adentra en una rueda de quejas que, ¿para qué? Que nos impulsa a buscar soluciones y cambios creativos.

Cuando nos enfrentamos a un reto o una complicación en nuestra vida no cesamos de preguntarnos por qué esto, por qué a mí, ahora por qué la guerra o por qué la pandemia.

Es en ese momento cuando es más importante preguntarnos para qué. Quizás la pandemia nos haga algo más conscientes de lo que le estamos haciendo a la tierra y que lo que pasa a miles de kilómetros nos puede afectar en unas horas.

Cuando te preguntas por qué, te anclas al pasado. Y es bueno profundizar, reflexionar, analizar qué ha ocurrido y qué nos ha llevado al conflicto o la situación, pero cuidado o entraremos en un bucle repetitivo en lugar de buscar futuro. Cada vez que nos preguntamos por qué, regresamos al punto de partida. Cuando te das cuenta y cambias la pregunta, también cambian las respuestas. Aprender a preguntarte para qué, que me enseña esta situación o que puedo cambiar y eso conduce al futuro, al objetivo, moviliza la energía es positivo, nos conecta con la motivación y el sentido, y además te ayudará a tomar decisiones basadas en tu propio criterio. Si cambias tus preguntas, cambiarán también tus respuestas.

Dale a los por qué un espacio corto y a los para qué un largo y feliz trayecto.

Feliz día bendiciones.

Artículo anteriorExtremadura New Energies y el Círculo Empresarial Cacereño firman un acuerdo de cooperación
Artículo siguienteEl tránsito

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí