El último diente de leche
Víctor M. Jiménez

El pícaro en el vestido cose
lentejuelas de aire
para deslumbrar con su brillo
a los unicornios
que decoraron las banderas.

Añoro una voz infantil
que diga:
                                        “¡El Emperador va desnudo!”

Hay muchas lenguas cortadas
en el estómago
del juez camaleón.

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