POESIA

Versos del insomnio /
VÍCTOR M. JIMÉNEZ

La levadura fermenta al calor de hornos ancestrales

en el momento que la sirena de un coche patrulla

clama en la oscuridad impenetrable

de miles de almas dormidas.

El llanto desconsolado de un bebé

rebota por las esquinas

del cuarto donde habitan los anhelos.

El filamento de una bombilla vieja

incendia el bosque de sombras

y unos ojos parpadeantes, para los que todo ha acabado,

se abren con el escozor que provocan las heridas sin cicatrizar.

Se respira en el horizonte de las horas

el preludio de otra noche de insomnio.

Artículo anteriorEl desprecio de Cannes
Artículo siguienteCalderón, favorito para irse de cañas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí