La magia el iceberg /
VÍCTOR M. JIMÉNEZ

Con la mirada clandestina acaricio la fruta jugosa. Está tan cerca que casi puedo tocarla, pero me conformo con verla en las ramas, imaginar su aroma y soñar la textura y el sabor de su carne madura. Eso al menos en la realidad que me envuelve.

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