La bruja Circe
Que es eso, pues un niño que no crece lo suficiente para responsabilizarse de su vida y cobrean una y otra vez por “agravios” que percibieron, sin pensar ni un instante en todos los beneficios que han recibido y continúan cobrando por ello repetidamente, porque no perdonan.
Llevaba un tiempo dándole vueltas al tema de esa multitud de seres inmaduros que se niegan a tomar responsabilidad de ellos mismos, que siempre echan la culpa de todo a sus padres, su gobierno, su suegra, sus compañeros y que no solo, no perdonan las supuestas ofensas, sino que además están siempre cobrándote, facturando te por ellas, no me compraste la bicicleta, no me hiciste el favor, no me invitaste al cumpleaños, no me llevaste a Disney y así miles y miles de facturas que jamás podrás pagar porque se perpetuaran.
Entre las parejas estarán los que te han entregado sus años, o a los que le debes tu trabajo o tu negocio es mérito suyo o te han dado hijos. Todo eso como si eso no fuese mutuo.
Entre los hijos están los que te recuerdan y quieren cobrarte agravios que van, desde una vez que te enfadaste y le enviaste a la cama sin postre a sus fracasos escolares, de seguridad interior, o sus problemas de relaciones
Te dirán si estás pendiente que eres agobiante y si te alejas que les has dejado solos «ahora que te necesitan» y esa frase entre comillas la dirán con diez años cuando te vas a trabajar o con cuarenta cuando por fin, después de una vida de trabajo, te apuntas a un viaje de Inserso.
Podrán olvidarse de ti, desinteresarse de tu salud o tu vida, pero tú tendrás que estar a su disposición y saltar cada vez que te llegue un mensaje.
Entre los trabajadores, son de lo peor como compañeros y crean un ambiente oscuro, siempre acusan a los demás.
Ellos y solo ellos están discriminados, les dan los peores turnos o no le hicieron un favor.
Mi madre decía, a esta gente hay que hablarles con póliza de dos pesetas. Que era un papel que se compraba en los estancos y era para notificaciones oficiales, certificados o reclamaciones. Para ti que los soportas: aprende ya que ceder una y otra vez a sus chantajes emocionales, los hace inmaduros y da igual lo que hagas, los factureros, te facturan manipulando y haciéndose las víctimas, pero son ellos los que tienen que madurar, por mucho que sean tus hermanos, tus hijos, tus compañeros o amigos. Mantente firme y no permita que te dañen.
Mientras mane la mamella que dicen los hermanos de Cataluña, no dejarán de chupar.
Y si te has visto reflejada en alguna faceta, siéntate, analízate bien y acepta la responsabilidad de tu vida y tus acciones y no te escudes en que un día hace diez años, alguien te puso la zancadilla.
Si hasta ahora lo usaste como pretexto para escudarte de tu miedos o pereza que sepas que la lección podía ser que la próxima vez seas más rápido o que aprendas a saltar, no seas facturero y no cobres agravios del pasado durante todos los días de tu vida. Porque, que lo sepas, aprenderán y se apartarán de ti.
