La bruja Circe
Aceptar lo que es importante y aprender a vivir con nosotras mismas, es amarnos.
Nos dicen los entendidos, los coaching, los gurú de moda del new age que pasamos mucho tiempo haciendo cosas poco importantes, centrándonos en naderías, luchas y quejas, «que yo hice que tú hiciste o dejaste de hacer » esas cosas.
Por razones que nadie parece entender del todo, esas cosas poco esenciales son una parte central de nuestra existencia, en mi pensamiento es porque somos humanos, quizás nuestra esencia sea divina porque formamos parte el universo, en todo su esplendor, pero también somos seres humanos.
Dotados con un cuerpo y como animales con unos instintos claros, además somos seres sociales y que hemos alcanzado la consciencia de nuestra individualidad.
Una mezcla milagrosa y difícil de gestionar, así amiga ¿porque hemos de extrañarnos de nuestro caos interior? Es natural que estemos confundidas y cansadas.
Y además tenemos que bregar con nuestra parte trascendente.
Lo que llamamos, espíritu, esencia vital o almas, choca con las prioridades del mundo material, pero están en nosotros es necesario alcanzar un acuerdo interior.
Incluso esas acciones nocivas, como las dependencias, los miedos, el afán de poder y otras energía que si no las equilibramos se convierten en parásitos espirituales, que se alimentan de nuestra fuerza vital y nos quitan la alegría.
La única manera de evitar sus efectos perniciosos es irse… No de las cosas que necesitan hacerse, sino de los extremos, del desequilibrio, irse de los excesos, de las dependencias, del auto desprecio y de ese querer más y más de todo.
Para lograr esta experiencia milagrosa de la vida, necesitamos adoptar una perspectiva más espiritual sin perder de vista que es nuestro cuerpo y la mente la que nos dan las herramientas.
De nada te servirá ser muy espiritual, si dejas enfermar tú cuerpo u olvidas atenderte.
Equilibrio, equilibrio y equilibrio
Reconozcamos, somos animales evolucionados, eso lo vemos en el ADN, ese animal te dirá, caza, gana, lucha, imponte ; pero también que tenemos una chispa divina, y esa chispa divina te dará lógica, misericordia, la experiencia del amor, el propio, el ajeno el amor por la naturaleza pero capacidad de juzgar, la responsabilidad y es importante encontrar el equilibrio entre todo, porque eso es alcanzar, el camino medio, es la iluminación, es la sabiduría, es ser uno con el todo y aceptar las leyes de universo.
Y la recompensa es la alegría, la calma, sentir que el universo te abraza con amor por qué al fin has aceptado que eres un ser divino pero con la misión de ser y trascender como humano, cuidarte, reconfortante, hacerte feliz.
