La bruja Circe

Eostre u Ostara, dos nombres para una sola diosa, la primavera, una antigua diosa de los antiguos pueblos de Europa mucho antes del imperio romano. Representaba la primavera y la fertilidad.

El nombre de Ostara, está relacionado con la festividad de Pascua. Miles de años atrás, los pueblos y las culturas rurales que habitaban Europa, veían en la llegada de la primavera un tiempo de renovación y según se asentaban como agrupaciones más o menos estables y aún semi-nómadas, la recolección de hierbas hongos, algunos animales y los huevos variaban su rígida y escasa dieta del invierno rica en proteína. Solo podían comer muchas veces lo que habían conservado, los grandes animales que se cazaban en invierno carecían de grasa que reblandece la carne, le da sabor y sacia el apetito. Al llegar la primavera, libres y conejos aceleran su reproducción y parece que una explosión de pequeños y tiernos gazapos, emerge de la tierra.

El conejo pequeño y numeroso y los huevos, en cada rincón y en cada rama, las aves organizan sus nidales y preparando sus puestas, hay numerosas ocasiones de salir a buscar huevos, incluso se transforma en una competición entre los menores y más ágiles del lugar, que se ha trasformado en una fiesta tradicional.

Por eso conejos y huevos son son símbolos de la diosa y de la primavera, y su relación con la Pascua refleja la influencia de la antigua tradición, en la actual, búsqueda de huevos o en las ricas monas de pascua A quién le contase a aquellos pueblos que habría huevos enormes cubiertos de una pasta oscura como la noche y dulce como la miel, no le hubiesen creído, recordemos que desconocían el chocolate y el azúcar refinado.

Para ellos el origen del conejo y los huevos de Pascua, se relacionaba con la protogermánica diosa austro, que significa “alba”.

Probablemente traída por los Yamnaya el pueblo que recorrió Europa dejando su huella genética, tus ancestros y los míos, cuando fuimos invasores. Los Yamnaya se expandieron desde las estepas euroasiáticas hasta el sur de la península, hace unos 5,000 años. Pueblo que contribuyo significativamente a la formación de la población europea actual. Por su costumbre de «desvivir» a todos los varones y aparearse con las mujeres de cada lugar que iban invadiendo, creando así una nueva generación, más afines a ellos.

Es un una cosa a tener en cuenta, ese espíritu guerrero que habita en cada uno de nosotros, que sale cada vez que nos pisan el callo.

Recordemos que somos pueblos guerreros, educados y contenidos por nuestros principios y leyes, pero con un espíritu indomable dentro de nosotros.

Que paséis una feliz semana de pascua. Y no olvidéis que el día 12 de mayo tenemos la celebración de Plena Mon, que comenzará con un ritual de bendición. Reservad ese día en la agenda.

Artículo anteriorMuere el Papa Francisco a los 88 años
Artículo siguienteYa se conocen los galardonados en los XVII Premios Avuelapluma

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí