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La belleza oculta de espacios singulares se ha convertido en un atractivo más para el turista experiencial en Extremadura

Si la belleza está en el interior, nada mejor que bucear en las entrañas de Extremadura para descubrir una estampa muy diferente a la que la región lleva vendiendo varios. El turismo subterráneo coge aire y se posiciona como una experiencia alternativa para atraer al visitante ávido de sensaciones nuevas.

El turismo subterráneo empezó a despuntar en 2012, cuando, en plena crisis, generó unos ingresos de 100 millones de euros al y atrajo a cinco millones de visitantes en todo el territorio español. Las cuevas atraen a los turistas más aventureros y Extremadura, en plena efervescencia por configurar una turismología que suponga el motor de su economía, no podía dejar pasar esta oportunidad.

Un turismo que quiere hacerse generalista y dejar a un lado a los apasionados del mundo subterráneo: espeleólogos, técnicos decuevas e interesados en yacimientos varios.

La mina Costanaza ha recibido más de 10.000 visitas desde que abriera en 2012; la cueva de Castañar de Ibor tuvo una lista de espera de 130 personas para poder visitarla en apenas dos meses

Las cuevas son lugares misteriosos, de una belleza mística que inspira hasta la imaginación más oxidada.

Visitar una cueva tiene mucho de viaje ancestral; es algo así como sumergirte en una máquina del tiempo para vislumbrar la génesis del ser humano. Por otro lado, también está el carácter de fragilidad de este ambiente, su sensación de peligro, que aporta un plus de adrenalina al aventurado turista.

Un filón

En España hay 30.000 cuevas, aunque solo cerca de 50 están abiertas al turismo. La Gruta de las Maravillas, un monumento natural del municipio onubense de Aracena, fue pionera en el turismo subterráneo. Un lugar insólito que ha sido escenario de diversos rodajes de cine como “Viaje al centro de la Tierra”, una superproducción de Hollywood dirigida por Henry Levin, allá por el año 1959.

En Extremadura, así a bote pronto, podemos enumerar más de una decena de cuevas, entre las que destacan la de Castañar de Ibor y las de Fuentes de León. Las Cuevas de Fuentes de León unen naturaleza, cultura y turismo. Se trata de una espacio turístico, no tan restringido como la de Castañar de Ibor, y cuya cavidad más extensa (hay cinco) y popular es la Cueva del Agua, donde –en su momento– se encontraron huesos humanos, fragmentos de material carbonizado, grabados y otros restos que apuntan a un posible uso funerario de este lugar. La Cueva del Agua fue declarada LIC (Lugar de Interés Comunitario) por la colonia de murciélagos que alberga.

Algunas de las cuevas pueden encontrarse en proceso de habilitación. Pero, en cualquier caso, la entrada es gratuita, así que merece la pena acercarse.

Sin olvidarnos de la mina La Jayona y de la interpretación del patrimonio que se puede hacer en la mina Costanaza de Logrosán. Porque ponerse un casco minero y montar en vagoneta puede ser una alternativa de ocio tan buena como cualquier otra.

En el caso de la mina Costanaza, abandonada desde 1946, ésta forma parte del proyecto Minas de Logrosán a través del cual el ayuntamiento de este municipio cacereño ha comenzado la recuperación y puesta en valor de un rico patrimonio minero de estaño.

Una visita guiada (no se puede hacer por libre) a la mina Costanaza de Logrosán incluye el descenso de hasta dos niveles; aunque este año se ha ampliado el recorrido. Una aventura experiencial diferente, que apenas cuesta 3 euros por barba para adultos, 1,5 para los más pequeños. La mina se reabrió al público en 2012 y ya ha recibido más de 10.000 visitas.

Por su parte, la de Castañar de Ibor (declarada Monumento Natural en 1997) se destapó el pasado verano después de seis años cerrada. El éxito de esta apertura fue brutal: una lista de espera de más de 130 personas para visitar la cueva antes de que se abriera, lo que equivale a seis semanas ya comprometidas para hacer el recorrido previsto (la cueva apenas estuvo abierta dos meses, solo fue visitable hasta finales de septiembre y completó los 370 pases previstos). Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que se trata de un espacio de espectacular belleza y gran valor científico. Un espacio que fue visitable hasta el año 2008, momento en que se decidió cerrarla “de forma cautelar” tras detectarse una contaminación microbiológica y una modificación de sus condiciones microambientales.

Un ejemplo más de que el turismo subterráneo tiene tirón. Y mucho. Un yacimiento de turistas que en Extremadura encuentra potenciales ejemplos en el calerizo de Cáceres, con la cueva de Santa Ana, Maltravieso y El Conejar; la cueva de Boquique, en las proximidades de Plasencia; la cueva de la Charneca, en la sierra de la Francisca, situada al suroeste de Oliva de Mérida.

Jornadas de Turismo Subterráneo

Conscientes de su potencial, algunos ya comienzan a identificar el filón y han programado Conferencias, visitas y diferentes actividades en las I Jornadas de Turismo Subterráneo del Suroeste Ibérico, que se celebrarán en Fuentes de León, del 20 al 22 de marzo.

Unas jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Fuentes de León, la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas (ACTE), Técnicas Mineras Santa Marta y el Monumento Natural Cuevas de Fuentes de León.

Entre las conferencias que se desarrollarán, destacan algunas como ‘Las claves del éxito del Turismo Subterráneo’, ‘El espeleoturismo. La experiencia de Valporquero’, ‘Cuevas, Patrimonio y Turismo en Iberoamérica’ y ‘Nuevas prospecciones en el entorno de la Gruta de las Maravillas de Aracena’.

El ciclo de conferencias se completará con una serie de visitas a las cuevas de Fuentes de León y a este municipio pacense, además de una excursión en autocar a la Mina de La Jayona.

Geólogo por un día

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No solo de visitas y conferencias van estas jornadas, porque el 20 de marzo, los Jardines del Centro de Educación Infantil y Primaria ‘Patriarca San José’ acogerán las Jornadas de Divulgación “¿Quieres ser geólogo por un día?”, con talleres de excavación mineralógica, mineralogía para invidentes, bateo de oro, excavación paleontológica para niños, pinturas rupestres, ‘Fabrica tu mineral y fósil’ y educación ambiental. Para disfrazarte de geólogo durante unas horas.

Lo mejor de todo es que para asistir a la I Jornada de Turismo Subterráneo del Suroeste Ibérico solo es necesario cursar una inscripción, que será gratuita, y que incluye la asistencia a las conferencias, la documentación y un almuerzo en el entorno de las cuevas el viernes, 20 de marzo.

Un plan diferente, para recibir la primavera, sepultado entre piedras con siglos de historia. 

Eduardo Villanueva /

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