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Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

Estas semanas haciendo los papeles para poder cobrar la subvención de 1.600 euros que el Ayuntamiento de Cáceres nos concede por la celebración del Festival Horteralia me he llevado una desagradable sorpresa, y es que si das beneficios, no te dan la subvención. Y aunque pueda parecer lógico en cierto punto, esta política es una espiral asfixiante, que supone un gran impedimento en el crecimiento de los eventos.

Las ciudades que tienen festivales punteros, a pesar de la crisis, han seguido aportando cuantiosas cantidades económicas a los mismos porque saben que sus productos son beneficiosos para las ciudades. Por ejemplo, el Primavera Sound contó este año con 240.000 euros de ayudas públicas, el  Sónar con 194.000 euros, El BBK Live de Bilbao recibió, nada más y nada menos, que  1,5 millones del ayuntamiento de la ciudad, el Azkena Rock más de 230 mil euros de su ayuntamiento, el SOS de Murcia tuvo 1,6 millones de ayudas públicas, etc., etc., y así podríamos seguir con numerosos ejemplos por toda la geografía española.

Hay que apoyar eventos que no se podrían hacer sin ayudas públicas y que son deficitarios, ¡claro que sí! porque no todo en la cultura se mide en dinero

Obviamente, no estoy pidiendo para Horteralia lo mismo, ni la mitad ni una décima parte, no estoy loco. Lo que pretendo es mostrar que estas ciudades han apostado por potenciar sus festivales para que estos generen beneficios económicos en la ciudad. Esta apuesta ha permitido a los festivales crecer y poder obtener grandes patrocinadores que los hacen sostenibles y rentables, generando un gran retorno económico en sus  ciudades tanto económica como publicitariamente. Muchos de ellos son hoy en día auténticas marcas de ciudad.

La rentabilidad es una palabra y un concepto muy importante en el negocio de la música. Cualquiera que haya organizado alguna vez un concierto o evento sabe el trabajo que esto supone. Un trabajo que no sólo se limita al día del evento, sino que en el caso de un festival supone meses de esfuerzo y dedicación en muy diversas materias. Así que, qué menos que si se trabaja en un proyecto, a éste se le saque rentabilidad económica. ¿De verdad creen que las empresas que llevan a cabo estos festivales que he nombrado antes no ganan dinero?

No sé puede pedir a un festival como Horteralia que no sea rentable para poder optar a ayudas municipales, es un auténtico sin sentido. La ayuda municipal no cubre ni el 5 por ciento de los gastos, y lo que tenemos claro es que Horteralia puede crecer y generar más rentabilidad y beneficio para la ciudad. Si sólo subvencionamos eventos deficitarios estamos cometiendo un grave error.

Hay que apoyar eventos que no se podrían hacer sin ayudas públicas y que son deficitarios, ¡claro que sí! porque no todo en la cultura se mide en dinero. Pero también es muy importante apostar por aquellos que son rentables porque su crecimiento aportará y generará recursos para Cáceres.

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