La bruja Circe

Estamos a las puertas de comenzar el 10 de Febrero, el año del dragón de Madera.

El año anterior nos ha dejado agotados y apaleados entre guerras, inestabilidades y desastres medioambientales. Eso sí no miramos la radicalización de los grupos retrógrados y reaccionarios, que abogan por la pérdida de las libertades.

No me extraña nada que el mundo, los informativos, las redes, las y los grupos de radicalizados o conspiranoicos, crezcan como hongos.

Y es que, un somero análisis de cómo van las cosas, en la tierra da miedo. ¿Y qué podemos hacer nosotros?

No desentendernos, no autoengañarnos, mantener crítica y limpia nuestra mente y sobre todo intentar cambiar la vibración.

Y tú me dirás ¿de qué va a servir cambiar la vibración? Pues es lo único que servirá, porque lo sepamos o no todo es vibración, es la vibración la que permite que la energía se perciba como materia, cada uno de tus átomos están unidos y conformados por tu vibración y eso, aunque entre esos elementos, protones, neutrones y los demás, más pequeño, que componen un cuerpo humano por ejemplo. Hay grandes espacios vacíos. Eso es ciencia y está probado. Entonces si un gran número de personas cambiamos la vibración, modificamos el entorno.

Pero para eso, nos tenemos, que hacer conscientes.

¿Habéis oído la historia del buda Siddharta Gautama?

Era un joven príncipe, que habitaban en un suntuoso palacio en medio de una ciudad, kaipur, llena de personas con carencias,, ladronzuelos, mendigos. Una ciudad con muchas inseguridades y muchas necesidades.

Cómo nunca habías salido del ámbito del palacio; llegó a su juventud sin ser consciente de su entorno.

Un día escucho a una joven esclava llegada de las lejanas montañas, cantar una canción. Con tal melancolía y sentimiento la cantaba que se hizo consciente de que fuera había algo más, algo distinto a la aparente armonía que le rodeaba. Desde entonces comenzaron sus esfuerzos por salir y conocer, que su familia intentaba frustrar, hasta que logró ver y entender, andando y cometiendo errores, hasta que encontró el camino medio es decir el equilibrio y la iluminación.

Solo el acto de comprender que somos vibración y que la vibración, crea y modifica la materia, nos puede ayudar en muchas cosas. Pero para que sea eficaz, ha de mantenerse y digámoslo así: contagiar a otros.

Dicen que esté año 23 terminamos sumidos en lo profundo y que del fondo solo podemos ir hacia arriba.

Y que esté año que empieza según los chinos; año del Dragón de madera. Saldremos a flote, mejorara la energía, habrá oportunidades económicas y muchos nuevos retos y metas posibles. Pues decidamos con nosotros mismos eliminar de nuestro comportamiento todas las actitudes que negativas, que nos dañan; críticas, intolerancias, falta de aceptación de los demás. Implementemos en la educación el respeto y la cortesía, promovamos la honestidad en nuestros tratos, en el rendimiento en el trabajo y cada aspecto de nuestro día a día y aprovechemos así estos aspectos positivos que no trae el Dragón.

Que así sea. Feliz día.

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