Reflexiones de un tenor
Alonso Torres

Esto es un tórpido homenaje, como todos los míos, a mis continuamente citados (escritores, políticos, filósofos…), y a mi amigo Agustín Gallardo Casado, que no solo es un maravilloso ilustrador, sino que es un cocinillas extraordinario (“¿qué pasa, colega?, ¡parece que hueles la comida, joer!”), y es que estando el otro día en su ordenada y limpia casa (ahí, donde viven los riquinos, en pleno cogollo cacerense) nos brindó a los dos privilegiados que acudimos a la cita, unas almejas frescas, gorditas y sabrosísimas, y unos chipirones con una salsa más negra que la última franja de la bandera de Afganistán (“Afganistán contra el mundo; mi tribu contra Afganistán; mi clan contra mi tribu; mi familia contra mi tribu; mi hermano contra mi familia; yo contra mi hermano”), y charlando, y bebiendo vino, se llegó a la conclusión de que cito, en mis columnas, en demasía, y que hay demasiadas comillas y paréntesis (y por eso, el cabrón, dice que no me lee).

En esta columna yo soy Dios

Cito gracias a dos profesores (hay un tercero, pero en esta columna yo soy Dios, o como decía mi abuela Gene, “don Dios”), Antonio Serradilla del colegio san Antonio de Padua, Hermanos Franciscanos de Cáceres, y José Luis Bernal, de facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura; y cito gracias a lo que nos explicaron, que fue aquello de que en la Edad Media no existía eso del copyrigth (que nació con rabia en el Romanticismo, en donde estaban todos tarados y salidos, y necesitaban del público reconocimiento), y que si decía el escribiente que lo escrito por él provenía, por ejemplo, de Plinio El Viejo, era mucho mejor, pues así se convertía, gracias a esa treta, en un autor más interesante y culto (o sea, que solo busco ser más interesante y parecer, en mi ignorancia, algo culto).

Los clásicos decían que “no hay nada nuevo bajo el sol” refiriéndose a que todo estaba escrito en la Biblia, y que lo demás, era repetición (<<Samuel creció y el Señor estaba con él. Todas sus predicciones se cumplían…>>); y para terminar, dos citas, una del Arcipreste de Hita, <<ya lo dijo Aristóteles y es cosa verdadera que el mundo por dos asuntos se mueve: haber mantenencia y juntamiento con hembra placentera>>; la otra, de Faulkner (aunque bien pudiera haber citado a la McCullers, <<tengo la garganta tan seca como si todo el ejército soviético desfilara por ella en calcetines>>), <<un hombre es un hombre cuando cultiva la parcela que dios le ha prestado, que no dado…>>. Y espero que mi amigo esta vez sí me lea, y que me vuelva a invitar a cenar, ¿qué tal algo de yacaré a la parrilla con salsa de tomate y gurumbi?

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