El cambio climático es uno de los mayores retos a los que se van a enfrentar las generaciones presentes y futuras. Es una realidad que ya está impactando en las vidas de muchos niños y niñas en todo el planeta, motivo por el que UNICEF considera que luchar contra el cambio climático puede ser un objetivo educativo.
Ante el planteamiento de que dotar al alumnado de los conocimientos, competencias y actitudes que les permitan afrontar este desafío con opciones de superarlo “es una responsabilidad inaplazable”, ha desarrollado ‘1001 proyectos contra el cambio climático’, un programa sobre derechos y clima para llevar a cabo en las aulas.
Para su puesta en marcha en este curso, los materiales educativos dispuestos abordan este importante asunto desde una doble perspectiva.
“Todos los niños tienen derecho a vivir en un entorno saludable y a saber cómo protegerse frente a los cambios”
Por una parte, el derecho a la salud, pues “todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir en un entorno saludable y a saber cómo protegerse frente a los cambios que puedan producirse en su medioambiente”; y además “existe un imperativo de justicia intergeneracional, el de que los niños son quienes menos responsabilidad tienen sobre los actuales problemas medioambientales, pero son y serán quienes más sufran sus consecuencias”.
Por otra, el derecho a la participación, ya que en apenas 18 años “un niño o niña nacido hoy será un adulto con plena responsabilidad sobre las decisiones que tome”, y desde el ámbito educativo se tiene la oportunidad de ofrecerles conocimientos, inspirarles una actitud crítica y responsable, y favorecer el desarrollo de competencias que les permitan ser ciudadanos activos y comprometidos.
El 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de los Niños, una fecha para el conocimiento, el compromiso y la acción que UNICEF propone este año transformar “en un momento para comunicar que el cambio climático es cosa de la infancia y que niños, niñas y adolescentes tienen mucho que decir y hacer sobre este problema”. Y para ello invita a los colegios a crear durante el primer trimestre un “cuaderno de misión” para todas las clases, en el que se establezca un objetivo conjunto por el medio ambiente con los compromisos y metas de cada participante.