Historias de Plutón
José A. Secas

Como bien dice el maestro Jorge Drexler en una magnífica canción: “cada uno da lo que recibe / luego recibe lo que da / nada es más simple / no hay otra norma / nada se pierde / todo se transforma”, ese es el título. En este mundo capitalista y consumista parece que el mayor deseo que invade a la población es transformar tiempo, trabajo o energía en dinero, pero todos sabemos que no es suficiente. Para conseguir lo que cada cual necesita debe buscarlo. También debe tener en cuenta que habrá de corresponder proporcionalmente. Todo tiene un valor y un precio. La forma de conseguir es pedir, pero también dando sin reclamar una compensación se puede obtener mucho más de lo que necesitas. También la necesidad es relativa y depende de con quien te midas. Todos los regalos son siempre bien recibidos si se entregan y se aceptan con amor. Esa es la energía que mueve el mundo y la única que supera a su entidad contrapuesta: el miedo.

Para que la energía que podemos generar fluya entre quienes estén dispuestos a nutrirse de ella y expandirla después, está dedicado el siguiente tablón de anuncios que nace en este momento y aspira a crecer y multiplicarse con tus aportaciones. Gracias. Hay varias secciones. Seguro que encuentras lo que necesitas. Se vende: Reproductor de DVD por obsoleto. Pistola por antigua. Vacunas por codicia. La vida por hambre. Miedo por votos. Fama por vanidad. Normalidad por ignorancia. Espectáculo por influencia. Se alquila: Tiempo, ganas y fe (barato). Ilusión, esfuerzo y confianza (tirado de precio). Iniciativa, igualdad y cariño (en promoción). Calidad, entrega y experiencia (rebajado). Se busca: Trabajo por necesidad. Dinero por obligación. Sonrisa por escasez. Salud por delirio. Libertad por ideal. Cultura por oscuridad. Escapatorias por ceguera. Comunicación por supervivencia. Se regala: Bar por vacío. Zapatillas por nuevas. Colchón por viejo. Archivo por inútil. Libro por imprescindible. Guitarra por necesaria. Palabras por sustanciosas. Mina por imposible. Se cambia: Besos por abrazos. Cuidados por sabiduría. Constancia por paz. Lucidez por paciencia. Se compra:  Agua y aire por vitales. Políticos por asequibles. Ignorantes por ambición. Egoístas por zotes. Millonarios por involucionados. Farmacéuticas por rentabilidad. Se traspasa: Pandemia por larga. Negocio por inactividad. Música por excedentes. Energía por producción. Caricias por instinto.

Tantas transacciones, regresos, satisfacciones, viajes de ida y vuelta, espejos, cambios de mano y de alma, despedidas, puras existencias, recuerdos o sueños están constantemente circulando entre nosotros y vigorizando a la humanidad que en una sola generación evoluciona una insignificancia comparado con la inmensidad del Universo. Nos queda un trecho largo para llenar de amor nuestras vidas. Nuestros tataranietos se alimentarán de la energía impregnada en nuestros pasos y por cuyas huellas ellos continuarán progresando. Mientras, en este ratino que estamos aquí, vamos a sonreír y a sentirnos afortunados.

Artículo anterior«Nos maravilló el aljibe de San Francisco Javier»
Artículo siguienteRepunte de hospitalizados en Extremadura

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí