Al cierre de esta edición, el expresidente Adolfo Suárez se encuentra en estado crítico. Nos vemos obligados a mandar a máquinas sin conocer si el último capítulo de su vida acaba aquí. Todo apunta, según las declaraciones de su hijo, que nos abandona el mayor responsable –junto con el Rey- de que España tuviera un tránsito sostenible a la democracia que sostiene este país de sensibilidades encontradas e intereses contrapuestos. La historia reserva callejones sin salida y paradojas de difícil asunción. El hombre clave de la democracia no recuerda qué hizo por este país. Una enfermedad neurogenerativa le ha arrancado los recuerdos de su vida. Puede que la memoria le haya abandonado, pero a los millones de españoles que temblaban con la fragilidad del estatus quo alcanzado no se les ha olvidado el papel fundamental que jugó para que el equilibrio no se resquebrajase. Se irá con toda la verdad. Con lo que contó y con lo que tuvo que callar. Se va uno de los grandes hombres de Estado. Con mayúsculas. Gracias.
Aquí en ‘Mangurria’, esta pequeña aldea gala que se levanta al suroeste de España, el anuncio de la alcaldesa de peatonalizar la calle San Pedro de Alcántara antes de que finalice 2014 ha llegado en forma de maná del cielo para los comerciantes de la zona centro, pues era ésta una reivindicación con muchos años a las espaldas. No solamente la propia calle y sus aledaños se beneficiarán de una medida de este calado, sino todo el centro verá revitalizado su corazón. Es indudable que atravesamos momentos de estrecheces económicas para las prioridades de inversión de las administraciones, pero la peatonalización de la arteria principal de Cáceres no es algo accidental, sino esencial. Una ciudad como ésta asienta sus perspectivas de futuro en la capacidad de atracción de turistas de otros núcleos poblaciones. La Plaza Mayor y la Ciudad Monumental necesitan contar con propuestas que permitan al visitante alargar su estancia en la ciudad. Es obvio que nuestras joyas son intramuros, pero con la misma evidencia afirmamos que la única posibilidad de aumentar las pernoctaciones radica en ampliar el arco de interés. Cánovas es el mayor parque botánico al aire libre de Extremadura. Decenas de especies arbóreas crecen delante del constante trasiego de oriundos, sin que probablemente nadie repare en el tesoro biológico que hemos custodiado durante años. Y está en el centro.
La zona centro aún puede aportar demasiado al futuro de Cáceres para abandonar su prosperidad al azar. La peatonalización será un revulsivo para los cientos de comerciantes que se habían entregado al desánimo de los últimos tiempos. Zonas de ocio y recreo. Tiendas abiertas. Gente. Vida. Si quieres que florezcan los frutos no basta con lanzar semillas. Hay que abonar la tierra.