El Archivo Histórico Provincial de Cáceres, ubicado en el Palacio de Moctezuma, acoge desde este miércoles y hasta el 26 de mayo la exposición ‘Carlos Saura, fotógrafo. Una vida tras la cámara’, con la que se podrá descubrir la faceta fotográfica del artista aragonés.
La exposición hace un recorrido por la obra de Saura a partir de 106 fotografías, con las que se traza un camino paralelo a su vida que se complementa con ‘fotosaurios’ o fotografías pintadas, polaroids y la proyección de un vídeo documental, rodado ex profeso para la exposición con el testimonio del propio autor.
La muestra, comisariada por el murciano Chema Conesa y organizada por La Fábrica, ha sido inaugurada este miércoles por la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga; la hija del artista, Anna Saura; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cáceres, Jorge Suárez; la directora de exposiciones de La Fábrica, Ana Berruguete; el secretario general de Cultura, Francisco Palomino; y el director de la Filmoteca de Extremadura, Antonio Gil Aparicio.
El comisario de la muestra, Chema Conesa, ha explicado que Saura era «un niño grande que siempre estaba creando cosas, alguien que tenía en su casa una habitación llena de equipos de fotografía, dibujos, pinturas le gustaba jugar a crear».
Conesa ha añadido que la exposición muestra «esa mirada cercana y empática» del artista aragonés, quien, a su juicio, «no era una sola cosa, era muchas cosas a la vez». «Este es el Carlos Saura que he tenido la inmensa suerte de conocer», ha indicado.
Empezó a hacer fotos a los 11 años
Saura fabricó su primera cámara de fotos a los 11 años, se la colgó al cuello y nunca se volvió a separar de ella. El cineasta ejerció como fotógrafo profesional en el Festival de Música de Granada a mediados de los 50 y aunque luego se pasó al cine, nunca abandonó la fotografía.
Construyó un universo artístico ecléctico en el que sobresale una producción fotográfica inclasificable, que funciona como un diario personal en el que se jalonan los acontecimientos de su vida, ya sean afectivos o profesionales.
La exposición se estructura en cuatro ejes. Un primer apartado en el que se recogen las fotografías que Saura realiza como aficionado, utilizando como modelos a su propia familia, en la búsqueda de un registro personal.
En un segundo apartado aparece el Saura documental. En la segunda mitad de los años cincuenta, tras ejercer durante dos años su único encargo profesional como fotógrafo del Festival de Música de Granada, Saura comienza a viajar por España captando la realidad de un país en plena reconstrucción. Quiso documentar la sociedad, registrar la imagen no oficial.
En 1959, realiza su primer largometraje, ‘Los golfos’, con el que decide dedicarse al cine, sin dejar de lado la fotografía, que sigue siendo su actividad principal. Comienza aquí el tercer apartado, el del Saura cineasta, que capta incansablemente su día a día en los rodajes.
Por último, el último eje de la muestra exhibe un apartado en el que se recogen las influencias y los afectos con los que Carlos Saura ha construido su imaginario visual: su paisano y amigo Luis Buñuel, el director de fotografía italiano Vittorio Storaro o las mujeres clave en su vida, entre otros.
Filmoteca de Extremadura
Paralelamente a esta muestra, la Filmoteca de Extremadura ha organizado un ciclo de películas de Carlos Saura para el mes de abril. En concreto, el día 9 a las 20:30 horas se proyectará el documental ‘Flamenco, flamenco’; el 16 de abril, se podrá ver el largometraje ‘Deprisa, deprisa’, y el 26 de abril el largometraje ‘La Caza’, con un coloquio en el que participará Anna Saura, hija del director.
