El pasado mes de abril, el jurado de una de las citas literarias más relevantes en Extremadura, eligió el microrrelato de Lucía Cárdenas, «Libertad prohibida», como ganador del XIX Premio de Microrrelatos «El Broncense», de Secundaria, de la Diputación de Cáceres.
Esta estudiante de 4º de la ESO, del IES Pedrera Blanca (Chiclana de la Frontera, Cádiz) ha encontrado su verdadera pasión en la escritura y ya tiene una larga lista de premios a nivel autonómico y nacional.
¿Quieres conocerla un poco más? ¡Hoy la entrevistamos en Avuelapluma!
¿Qué te impulsó a participar en el XIX Premio de Microrrelatos “El Brocense” de la Diputación de Cáceres?
En este certamen llevo participando 3 años. Yo, sinceramente, no lo conocía, hasta que, Eva Sibajas, jefa del departamento de lengua y literatura de mi instituto, me lo envió por primera vez. Ella me envía convocatorias de diferentes certámenes que le llegan al departamento.
Cuando este año, nos comunicaron que habíamos ganado el primer premio, no me lo podía creer, para mí supuso una gran satisfacción de que mi trabajo había sido reconocido por este certamen de gran repercusión, en el que llevo participando varios años con mucha ilusión.
Háblanos sobre la obra que te hizo merecedora de este premio. ¿Qué te inspiró para escribir ‘Libertad prohibida’?
El tema surgió porque un día en clase, un profesor comentó algo sobre una práctica cultural que se llevaba a cabo en algunos países, entonces, me llamó la atención y empecé a investigar más sobre esa cultura y, a partir de ahí, la historia salió sola.
El relato trata, sobre las “bacha posh”, que es una práctica cultural que se hace en algunas partes de Afganistán y Pakistán, en la que algunas familias sin hijos varones eligen a una de sus hijas para vivir y comportarse como un chico. La protagonista de mi historia, es elegida “bacha posh”, pero, a pesar de disfrutar de algunos privilegios que no pueden tener las mujeres allí, como ir al colegio, jugar en la calle o trabajar, ella no es feliz, porque siente que no es ella. Por lo que, sólo por las noches, a escondidas es cuando se libera de su identidad de chico y se arregla como lo que en realidad es, una mujer.
Cuando terminaste de escribir este microrrelato, ¿qué sensación te produjo?
Me produjo una tremenda tristeza de haber investigado y conocer cómo sufren estas chicas en su día a día. Pienso que hay que dar más visibilidad a una realidad que, aunque no debería existir, desgraciadamente existe, porque a esas chicas se les arrebata su libertad, su autonomía y su capacidad de elegir ser.
¿Qué te parece que la Diputación de Cáceres fomente este tipo de certámenes que pretenden promover la creación literaria entre los jóvenes?
Pues me parece una excelente motivación para los jóvenes, porque en la actualidad, estamos rodeados de tecnología, que pienso que también es muy importante, pero que al final, con el móvil te basas en una realidad virtual, mientras que, con los libros, sin embargo, te puedes transportar a diferentes vidas y experiencias, que no sólo te hacen escribir y expresarte mejor, sino que además, te transmiten un montón de ideas y pensamientos, que con la tecnología no encuentras.
¿Qué espacio le das a la escritura y a la lectura en tu día a día?
A mí desde muy pequeña me ha gustado mucho leer, pero fue a partir de los 10 años, cuando empecé a crear historias en mi mente, hasta que necesitaba plasmarlas en un papel. Con esa edad, gané mi primer certamen literario y a partir de ahí, he ido sumando una larga lista de premios a nivel autonómico y nacional.
Acabo de terminar 4º de la ESO con muy buenos resultados y con excelencia educativa. Lógicamente esos resultados han sido fruto de un esfuerzo constante compaginados con mi pasión por la lectura y la escritura. Mi día a día se basa, sobre todo, en ir practicando y leyendo mucho, porque eso al final, ayuda a desarrollar tus ideas y tu lenguaje y tener un poco de más imaginación.
¿Qué libro tienes ahora en tu mesilla de noche?
El último libro que me estoy leyendo lo compré, precisamente, en la feria del libro de un pueblo donde fui a recoger un premio; “El cuco de cristal”, de Javier Castillo, una historia que engancha desde el principio.
Por supuesto, recomiendo también a los lectores mi libro, que fue publicado cuando tenía 12 años (2020) con la editorial Ediciones Ruser, titulado “En lo más profundo del océano”; una bonita historia que trata del mar, de la familia y de cómo podemos encontrar las respuestas a esas preguntas que, un día, el océano dejó sin responder, llegando a lo más profundo del alma de sus protagonistas.
De cara a la XX edición del Premio de Microrrelatos “El Brocense», ¿qué consejo darías a los próximos participantes?
Que se animen a participar en este tipo de certámenes que impulsan a los jóvenes a escribir. Que se inspiren en historias reales de la sociedad, del día a día, pero sobre todo, en historias que transmitan valores y lleguen al corazón del lector, porque somos el futuro y la cultura forma parte de nuestra vida.
