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Lunes de papel /
EMILIA GUIJARRO

Hay que reconocer que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid es una Consejería maldita.  Al político del partido popular que se la encargan, ya sabe lo que le espera: una fiebre privatizadora que hace que todos sus titulares tengan que enfrentarse a mareas ciudadanas, a batas blancas en lucha, a pacientes organizados para defender sus derechos, a juicios por prevaricación, y un largo etc. Y por eso quizás los Consejeros que eligen son tan bocazas, tan poco elegantes en sus expresiones. Hemos visto casi todo en lenguaraces políticos pero lo del Consejero Rodríguez,  es un caso extremo.

No es difícil elegir unas cuantas frases por las que pasará a la historia de la soberbia y de la incompetencia.

«Yo, a la política,  he venido comido» ¡qué mensaje tan explícito de una clase política que cree que a la política se viene a ganar dinero!

Otra perla, si cabe más propia de estar en boca de cotillas de un patio de vecindad que en la boca de un político en rueda de prensa: «muy mala (Teresa Romero) no estaría cuando se fue a la peluquería».

Los que sufren no sólo esperan del sistema que los curen y los sanen, sino que también lo hagan con respeto y deferencia

Y por último, si no reproducimos algunas que como decía la Celestina » no son para ser dichas en plaza»,  la más absurda , salvo que buscase un suicidio político, la que dijo el jueves refiriéndose a si mismo : si yo fuera tan mal Consejero Teresa no estaría hoy viva, y España no estaría libre de ébola. Perlas para ser guardadas en el libro de los despropósitos.

El partido popular no  elige bien a sus consejeros ni a sus ministros de Sanidad, aunque la sanidad es algo muy serio de la que depende el bienestar y la salud de enfermos y dependientes, y los que sufren no sólo esperan del sistema que los curen y los sanen, sino que también lo hagan con respeto y deferencia.

Nada de eso ha habido en la Consejería de Sanidad de Madrid, ni en el Ministerio de Sanidad. Sólo malos gestores, preocupados por hacer caja para su posterior salida profesional.

El consejero de Sanidad, ya ex consejero, ha tardado mucho en ser cesado. Habrá tenido razones Ignacio González para tardar tanto. Y seguramente tendrán más que ver con privatizaciones y desmantelamientos de hospitales públicos en beneficio de empresas privadas, porque no todo el mundo tiene estomago para cargarse un sistema sanitario, aunque ya venga comido de casa.

 

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