cerveza

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Un estudio concluye la ‘necesidad’ de beber cerveza después de la práctica deportiva.

Los ‘runners’ de pro (corredores de toda la vida) ahora tienen una razón más para darle a la cerveza, de forma moderada, obviamente. No solo para los ‘runners’, sino para los deportistas en general, por la idoneidad del consumo de cerveza en la recuperación del metabolismo después de la práctica deportiva.

Tal es así, que hasta la Universidad de Extremadura (UEx) ha organizado una jornada sobre cerveza y deporte. La cerveza está de moda y el vino sigue cotizando a la baja.

Manuel Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Granada y autor del estudio ‘Idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo de los deportistas’, explica que «las características organolépticas de la cerveza y su composición justifican que pueda ser adecuada para reponer las pérdidas hidro-minerales que se producen con el sudor y facilitar la recuperación tras el ejercicio físico, particularmente cuando se realiza en ambiente caluroso».

La cerveza es una bebida bastante rica en nutrientes de especial importancia para los deportistas, como son las vitaminas del grupo B o los antioxidantes

Además, Castillo subraya que la cerveza no es la culpable de la obesidad, ya que «una caña tradicional», de unos 200 mililitros contiene alrededor de 90 kcal y en su variedad sin alcohol, el aporte calórico de reduce a 35 kcal.

El profesor Castillo recuerda que la cerveza se compone en un 95% de agua y además «aporta substratos metabólicos que reemplazan las pérdidas ocasionadas por el ejercicio como son aminoácidos, diversos minerales, vitaminas del grupo B y antioxidantes».

Consumida siempre de forma moderada, dos y tres cañas diarias para los hombres y entre una y dos para las mujeres, los efectos beneficiosos «se observan cuando se consume dentro de una alimentación saludable y equilibrada como es la Dieta Mediterránea». Un dato que seguro alegrará el día a más de uno.

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