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Versos del insomnio /
Víctor M. Jiménez

A las cuatro de la madrugada
el Lusitania rompe el coro de los grillos
con un grito de sus frenos.

El pasajero sin rostro sube
con una alforja llena sobres amarillos.

El llanto de la máquina desafía con su fuego
el terciopelo del horizonte venidero.

La voz metálica anuncia la inminente partida
y devorado el último latido,
el silbato azota el aire siempre frío
de las despedidas.

Busco mi asiento entre los fantasmas y el letargo,
me acurruco en una manta de tristeza y cierro los ojos
para que las pesadillas vengan a predecirme
el color del cielo de Madrid.

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