La bruja Circe

Hay que ser elegante en la vida y pienso yo que eso es signo de sabiduría de haber aceptado cómo somos y estar cómodos con nosotros mismos, pero también alertas al exterior.

Yo lo veo en la naturaleza reflejado y eso me parece sabiduría.

Me sirve de ejemplo y una manada de gacelas, estas elegantes y bellas criaturas que, como animal espiritual, son símbolos de superación, ejemplo para superar la adversidad y ejemplo de intuición. Hábil para mantenerse por encima de la refriega y alejarse del peligro, este espíritu animal navega por su terreno con gracia y aprovechando todos sus recursos y oportunidades.

Mirarlos me hace pensar en la belleza de su paso que se nos hace grácil y etéreo, que permanece elegante cómo si no estuviesen rodeados de depredadores, pasasen duros inviernos o secos y agotadores veranos, me parecen un ejemplo de sabiduría

La sabiduría elegante que para mí se crea como un edificio poniendo buenos cimientos, que son la educación, la formación, la curiosidad, el ansia de aprender y sobre todo experiencia a experiencia, error tras error, trenzando en un continuo colocar elementos que suben las paredes y forman las estancias en un equilibrio de belleza y utilidad. Es un trabajo para toda la vida.

Yo solo pido integrarme a este trabajo de lograr la sabiduría interior, sin dejar coja alguna de las partes, ni la educación ni la formación continua que te lleva al conocimiento y a los nuevos retos, sin dejar ni un día ni un momento mi curiosidad, mi interés en aprender una cosa más, un libro más. Y hacerlo con la elegancia de una manada de gacelas que se adaptan a su momento, sus ciclos incluso sus miedos con elegancia.

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