Baden Roth / Zuma Press / ContactoPhoto

La bruja Circe

La que se ha montado con Eurovisión.

Pero reflexionemos un momento. Un festival de música no deja de ser un escaparate de manipulación de masas. Aunque sea para vender discos, una idea, una imagen.

Y cuando un grupo entra en un sistema, amortizado y encauzado por  unos inversores y unos grupos de poder, o se adapta a los gustos, las normas y las tendencias que desean imponer o no ganas.

Y eso es normal, porque si mantienes tu mente ágil y crítica sabes que la naturaleza humana se modifica con el poder y fiarse del que tiene la sartén por el mango es exponernos a un sartenazo.

No nos llevemos las manos a la cabeza, no tenemos la más mínima posibilidad de poner un cartel con nuestro nombre entre esos grupos.

Es más, es casi un reconocimiento de la fuerza de nuestras formas de vida y nuestro mercado que nos arrastren al fondo de una lista solo quedan los últimos, los que son temidos, cosa que no creo o envidiados, lo que me preocupa.

Sí, me espanta el impulso creciente de las extremas derechas, de los seguidores de las dictaduras, de los grupos antidemócratas y también las imposiciones de grupos extremistas.

Igualmente de otras tendencias que modifican el lenguaje y los conceptos de vida hasta los absurdos por ambos extremos.

Echo de menos el equilibrio, pero los librepensadores nunca han tenido las puertas abiertas en ningún lado. De modo que pasa de esas tonterías de Eurovisión y preocúpate del caldo frío donde fuerzas externas a nosotros nos están cociendo como a una rana despistada.

Y mientras tanto disfruta de la feria, por si acaso.

Artículo anteriorÁngeles Luaces y Juan Antonio Pérez Mateos, Premios de la Asociación de Periodistas de Cáceres
Artículo siguienteLa asociación Divertea continúa con su mercadillo solidario en Cáceres

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí