P1019371

Si te viera Schopenhauer /
Sergio Martínez

En estos días me invade la duda, ando nervioso, preocupado, porque miro una y otra vez el armario y no encuentro nada. Me siento como un tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa sin una camiseta con escote a mano, me siento, como diría Joaquín Sabina, más triste que un torero al otro lado del telón de acero.

¿Y todo por qué? Porque estamos a seis días del gran día y todavía no sé que ponerme para Horteralia: He probado con una equipación de fútbol que me queda un poco petada y me recuerda al Cádiz de los ochenta de los míticos San José y Mágico González, pero no me convence; he buscado una camisa hipster con pajarita, combinada con un buen chándal, y pensado afeitarme la barba y dejarme sólo el bigote pero no me convence; he encontrado una chaqueta de pana de los años del tío Fernando pero sus hombreras no me parecen lo suficiente horteras…

La verdad es que ando confuso y entristecido. He pensado ir a ver a mi loquero y contárselo todo. Explotar a llorar en su diván, ahogarme en mi tristeza, llegar a mi oscuridad más profunda, para luego poder emerger como un ave fénix desde las cenizas y en ese camino encontrar por fin la indumentaria perfecta.

Pero no voy a hacer eso, se qué tarde o temprano veré la luz y sabré que ponerme para esta edición que viene. Lo sé porque ya me ha ocurrido en las otras ediciones. Supongo que tiene que ser el nuevo síndrome que provocan las ganas por partir la pana. Ahora me imagino en una reunión de terapia rodeado de extraños explicando mi caso: “Llevo quince días mirando el armario y todavía no sé qué ponerme, no sé a vosotros pero a mí me afecta al sueño…”

Pero de lo que de verdad tengo ganas es de que nuestra amiga Yurena dé con su pregón el pistoletazo de salida a una nueva edición de Horteralia y comiencen las risas, las bromas, los bailes y los abrazos. ¿Y todo por qué? Porque en Horteralia me lo paso como un niño. Así de simple. Así de sencillo. Y es que hay días en los que es bueno que no importe nada más que echarse unas buenas risas. ¡Qué comience la fiesta!

Artículo anteriorSemana del 23 al 29 de noviembre
Artículo siguienteNuestras raíces

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí