Más de un centenar de residentes de la Casa de la Misericordia de la localidad cacereña de Alcuéscar se están beneficiando del proyecto ‘Enganchados a la vida’, enmarcado en el programa de ayudas a proyectos sociales ‘Sonrisas’ de la Fundación Caja de Extremadura.
Este proyecto, uno de los más de cien que la citada Fundación, dentro de su finalidad de seguir apostando por el desarrollo económico y social de la región, ha concedido, a través de su programa ‘Sonrisas’, a un total de 79 entidades sociales en Extremadura, ha posibilitado a la Casa de la Misericordia de Alcuéscar la realización de diferentes talleres que “mejoran la calidad de vida de las personas beneficiarias” y ofrecen “la posibilidad de fortalecer e incentivar el desarrollo de capacidades personales”, señala desde el Centro el Padre Arturo Ureña.
Gracias a los recursos materiales subvencionados la Casa de la Misericordia ha ampliado las actividades que desarrolla, realizando talleres de pintura, mimbre, alfombras, manualidades y cocina, además de otros que ejercitan la memoria y la orientación temporal, “creando un interés adicional y permitiendo trabajar, fomentar, mejorar y mantener la normalización e integración social de las personas con discapacidad beneficiadas de los mismos”, al tiempo que también “se potencian otros aspectos como la autonomía personal y la adaptación social de los residentes”, explica el Padre Arturo.
Se trata, en definitiva, puntualiza, de “mejorar la calidad de vida de las personas beneficiadas”.
Un programa “fundamental”
Realizar este tipo de programas es para la Casa de la Misericordia “fundamental para la estimulación”, asegura el Padre Arturo, quien añade que, siempre que sea posible adaptar las actividades para lograr el desarrollo del mayor número posible de habilidades, estos proyectos ayudan también a “superar las dificultades que se puedan presentar”, un objetivo que estima se han logrado con los talleres desarrollados.
En cuanto a los talleres en sí, se explica que para su desarrollo se utiliza el trabajo como medio de intervención, y en base a las capacidades y potencialidades de cada baneficiario, con lo que se consigue así aumentar la movilidad, habilidad, destreza, fuerza, coordinación y resistencia de quienes los realizan. Y además de mejorar estos aspectos, los resultados del programa incluyen la satisfacción, “visible y tangible por parte de los beneficiados”, de obtener un producto hecho por ellos mismos, “produciendo sentimientos y sensaciones de satisfacción, junto con la realización de autoestima personal”.