Desde mi ventana
Carmen Heras
Dice Antonio Campesino: «Si Cáceres no es un destino internacional es por la falta de AVE y aeropuerto»
Creo que tiene razón. Durante la legislatura 2007-2011 acudí dos veces a Madrid a reuniones concertadas con altos cargos del Ministerio, ADIF y Junta de Extremadura para resolver la ubicación de la Estación del Ave a su paso por Cáceres. A continuación se convocó y resolvió un concurso para su instalación definitiva. Lo que ocurrió a continuación y por qué se paró todo lo desconozco. Otro fue el Gobierno Municipal de Cáceres.
Con respecto al aeropuerto, he de decir que durante la legislatura 2007-2011 existió un proyecto de Aeropuerto y un lugar de ubicación del mismo. El sitio fue denunciado por los ecologistas. Se vio muy probable la negación de fondos por parte de Europa.
Extremadura tiene un aeropuerto (incluida base militar) en Badajoz. Extremadura no tiene publico para dos aeropuertos. El aeropuerto de Badajoz no tiene visos de desaparecer.
Recordemos además que durante el periodo 2007-2008 se produjo una gran crisis financiera. Se originó en EEUU como resultado del colapso de la economía estadounidense y amenazó con destruir el sistema financiero internacional. La reacción de Mariano Rajoy (que era quien gobernaba en España) y de su Ministro de Economía fue la restricción económica, rebaja de sueldos y de inversiones…)
Hay una suerte de “conservadurismo” en algunas actitudes de la mayoría de los miembros de una de las consideradas izquierdas en nuestro país. Lo vemos en infinidad de ocasiones. Por eso yo no creo en los postulados clásicos de izquierda=progresismo…
Cuando empezaron a construirse los edificios del Campus Universitario en Cáceres gracias a la Junta de Extremadura y a la antigua Caja Extremadura yo ostentaba la responsabilidad de uno de los Centros Universitarios, en la antigua Escuela de Magisterio.
La situación era insostenible: carecíamos de espacio suficiente para alumnos y profesores. La Biblioteca no servia a sus objetivos. Los despachos estaban atiborrados y en ellos no se podía trabajar. Los gimnasios carecían de unas mínimas condiciones…etc, etc. Eso por no hablar de las aulas y otros recursos materiales.
El Presupuesto era ínfimo y los arreglos y la conservación inexistentes pues se me decia que no merecía la pena invertir ya que estaba decidido el traslado…Pues bien, tuve que lidiar con una pequeña protesta de quienes decían que era mejor mantenernos en el sitio, justificándose desde el punto de vista de la comodidad y de no tener que usar el coche.
No entro, aquí, a valorar si la decisión de la UEX de irse de la ciudad fue afortunada o no. Lo cierto es que dentro de ella los edificios (históricos) carecían de lo adecuado para impartir clases e investigar adecuadamente. Hablo solo de esa actitud de “resistencia” que prefiere “permanecer” y no “arriesgar”.
Así que si la llamada izquierda no opta por moverse, la llamada derecha, extremadamente apegada a un tiempo pretérito menos aun. Y los lugares se ven prisioneros de ese tipo de fuerzas, que implícitamente los detienen. Porque la masa amorfa o excesivamente acrítica no va a hacer el trabajo.


























