Nuevas medidas de seguridad, adaptadas a la situación de pandemia, en caso de incendios
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Una treintena de incendios forestales se registraron en la provincia de Cáceres entre el 1 de julio y finales de septiembre, mes en el que el riesgo ha sido este año ‘extremo’ o ‘muy alto’, como son declarados siempre los de julio y agosto.

De hecho, el último fuego sufrido en septiembre tuvo lugar el sábado 30 en Cabezabellosa, donde ya se había registrado otro el 23 de agosto; y el más reciente ha sido hace apenas unos días, exactamente el miércoles pasado, 4 de octubre, en el término municipal de Torrecilla de los Ángeles.

Y es que el peligro de incendio forestal ya no es exclusivo del verano, como lo ha demostrado que en la primera semana de este otoño el riesgo fue ‘extremo’ en la zona oriental de la región, sobre todo de la provincia de Cáceres, y con el paso de los días no sólo no bajó, sino que el riesgo ‘máximo’ de incendios se extendió a toda la Comunidad.

Lo anunciaba el Sistema Europeo de Prevención de Incendios Forestales, advirtiendo de que en ocasiones la alerta y cuidado no se limita ni son exclusivos de los meses estivales, algo cada vez más frecuente debido, entre otros hechos, a la variación de las condiciones meteorológicas (olas de calor, disminución de las lluvias, más sequías…) motivadas por el cambio climático.

De la treintena de fuegos sufridos este año en la provincia, un total de 22 tuvieron lugar en agosto

Este año también lo ha sido del otoño, y así, el riesgo ‘extremo’ de fuegos estaría presente en las primeras semanas de septiembre en muy diferentes zonas cacereñas, como Campo Arañuelo, las Villuercas, Ibores, Sierra de Gata y la Sierra de San Pedro hasta Cáceres capital; mientras el riesgo ‘muy alto’ se centró en el Ambroz y la Vera. Y a finales del mes se mantenía este riesgo en el Ambroz, los Ibores, las Villuercas, Sierra de Gata, Valencia de Alcántara, las Hurdes, Plasencia, Trujillo y los Llanos de Cáceres.

La mayoría, en agosto

La alerta se extendió a lo largo de todo septiembre, y quizás por este motivo, por haber tenido mayor precaución y cuidado, en dicho mes sólo se registró un incendio en la provincia. Fue en Cabezabellosa el sábado 30 –reseñable es precisamente el hecho de que la mayoría de los incendios forestales registrados este año se originaron en este día de la semana–, y se iniciaba sobre las 17.00 horas, siendo controlado horas después, desactivándose el nivel uno de peligrosidad que había declarado el Infoex por el «intenso humo» que había generado el fuego.

Por lo demás, la mayor parte de la treintena de incendios forestales registrados en municipios cacereños en la pasada época estival, un total de 22, tuvieron lugar en agosto. En julio se registraron cuatro (el martes día 4 en Cáceres, el jueves 13 en Casas de Don Pedro y dos en el término de Jaraíz de la Vera en la semana del 24 al 30); mientras que a finales de junio, concretamente el sábado 24, se registrarían dos, uno en Calzadilla y otro en Aldea del Cano.

El del 8 de agosto en Alcántara, uno de los más graves

En cuanto a los sufridos en agosto reseñar, entre otros, los cuatro que durante la tarde-noche del sábado 26 de agosto fueron provocados en Plasencia y su entorno, y cuyos autores serían posteriormente detenidos. Recordar que el más grave de estos incendios, declarados todos en una franja de tiempo muy reducida, tuvo lugar en la antigua escombrera de la N-630, carretera que habría que cortar durante más de 12 horas; otro fue en la Sierra de Santa Bárbara, en una zona con bastante edificaciones; otro en El Berrocal, cerca del Palacio de Congresos; y otro en la calle Velázquez.

Aquel mismo sábado, al tiempo que se actuaba en Plasencia, también se hacía para extinguir otro fuego declarado cerca de Aldeanueva del Camino.

Y es que el pasado mes de agosto las intervenciones de los bomberos fueron prácticamente diarias y, en muchas ocasiones, en más de una zona. Así, por ejemplo, el viernes día 25, un día antes de los cinco anteriores, se actuaría en la extinción de dos declarados en los municipios de Hervás, en el Valle del Ambroz, y Cilleros, en Sierra de Gata; y el jueves 24 seguían trabajando para sofocar las llamas del que, desde la noche anterior, se encontraba activo en el término de Cabezabellosa, en el Valle del Jerte.

En el caso de este último, que según todos los indicios fue intencionado, la zona afectada fue alta montaña, un factor que dificultó las labores de su extinción; como también en una zona de difícil acceso fue el que tuvo lugar en Gata la noche del 20 de agosto, el mismo día en que por la mañana se actuaba para sofocar otro en Huerta de Ánimas.

Dos días antes, el viernes 18, efectivos del Infoex sofocaban otro incendio originado en San Martín de Trevejo en torno a las 16.30 horas; el miércoles 16 otro en la zona de la Garganta de la Luz de Cabezuela del Valle; y el lunes 14 se daban por controlados dos registrados el día antes en Garganta la Olla y Santibáñez el Alto.

Más de 80.000 hectáreas arrasadas en España

Desde el 1 de enero y hasta finales de agosto pasado los incendios forestales habían calcinado en todo el país más de 80.000 hectáreas, más del doble que en el mismo periodo del año anterior, en que ardieron 33.370 hectáreas, y un 18,9% más que la media de los últimos diez años.

Son estadísticas del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que reflejan también que 2017 es el peor año en superficie quemada de los últimos cinco y el tercero de la última década, sólo superado por 2012, en que se habían quemado por estas fechas hasta 166.015 hectáreas, y por 2009, con 93.203 hectáreas calcinadas.

Por zonas geográficas, el 52,41% de los siniestros ocurrieron en el noroeste de la península (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y las provincias de León y Zamora), el 32,6% en las comunidades de interior, el 14,51% en áreas del Mediterráneo y un 0,48% en las islas Canarias; y en cuanto a la superficie quemada, el 40,76% de las hectáreas calcinadas se encontraban en el noroeste del país, el 34,87% en zonas del Mediterráneo y el 24,37% en comunidades del interior.

La semana del lunes 7 al domingo 13 se iniciaba con un “grave incendio” en el término municipal de Alcántara, junto al puente romano y que obligó a cortar la carretera que lo cruza y el suministro de luz en todo el municipio por su cercanía a líneas de alta tensión. Ocurría el martes 8, el mismo día en que efectivos contra incendios actuaban aún para controlar un fuego en otro punto de la provincia, el que se había declarado el viernes 4 en la Sierra de Jálama, entre Acebo y San Martín de Trevejo.

Y en la primera semana de agosto, en que ya el martes 1 por la tarde se registró un incendio de pasto entre Casar de Cáceres y Arroyo de la Luz, fue Jaraíz de la Vera uno de los municipios más castigados, pues ardió el Cerro de las Cabezas, hubo incendios en varias fincas junto al centro de la Junta, otro junto al clausurado parque del Cuco…; en total, cinco incendios en menos en una semana, cuatro de ellos provocados.

Más fondos para labores auxiliares de prevención y extinción

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha autorizado en su última reunión semanal encargar a la empresa pública Tragsa la prestación de apoyo a labores auxiliares de prevención y extinción de incendios forestales durante este año en la Comunidad.

La cantidad a aportar para este fin por la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio será de más de 440.000 euros.

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