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Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

Escribo estas columnas antes de conocer los resultados electorales del 20 de diciembre y obviamente sin saber cuál ha sido el reparto de escaños en las cámaras y Alta y Baja del estado Español. Sea cual sea, y queden los hemiciclos como queden, lo que parece claro es que a priori, estas elecciones suponen el declive de los nacionalismos en la política nacional.

Y con esto no quiero decir que las distintas opciones nacionalistas hayan perdido votos, que no lo sé, pero lo que sí han perdido, casi a ciencia cierta, es su capacidad para ser decisivos en unas elecciones. La irrupción Podemos y Ciudadanos en estas generales les ha convertido en capítulos residuales de las mismas. Tal vez, como siempre tendría que haber sido.

El Bipartidismo de los últimos 25 años ha favorecido y proyectado la importancia en la política estatal de CIU, ERC Y el PNV. Tanto Partido Socialistas como Partido Popular han aumentado la importancia de los mismos a un pódium que no merecían. Y es que, ¿cómo puede ser posible que CIU o el PNV hayan sido más importantes en la política española que Izquierda Unida cuando esta coalición tenía la confianza de por lo menos un millón más de votos que ellos?

Ciudadanos y Podemos han conseguido, creo que sin querer, que PNV, ERC o CIU hayan desaparecido de los informativos de las cadenas nacionales durante estas dos semanas de campaña

Está claro que la Ley Electoral Española les protege y genera desigualdades con el resto de los ciudadanos españoles. Muchos han prometido cambiarla. Espero que alguien por fin se atreva. Este factor decisivo ha propiciado desigualdades entre los territorios del estado ya que los nacionalistas, legítimamente aunque injustamente, han conseguido grandes acuerdos al ser la clave para distintas investiduras. Pero parece, que por ahora, su papel está agotado.

Ciudadanos y Podemos han conseguido, creo que sin querer, que PNV, ERC o CIU hayan desaparecido de los informativos de las cadenas nacionales durante estas dos semanas de campaña. Caso sorprendente es el asunto catalán, que ha pasado totalmente desapercibido en estas elecciones, y por el que Manuel Campo Vidal sufrió un disgusto en el prehistórico debate cara a cara entre Rajoy y Sánchez.

A partir de hoy hablaremos mucho de posibles gobiernos y pactos entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, e incluso, puede que IU, pero lo que está claro es que en esa baraja no estarán por primera vez ni CIU ni el PNV. Estas elecciones han sido el declive del nacionalismo. Veremos cuáles son las consecuencias.

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