Estudió Medicina en la Universidad de Córdoba y realizó el MIR de Pediatría en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Posteriormente se formó en Neumología y Alergología Pediátrica, y en Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales en el Reina Sofía de Córdoba, en Urgencias Pediátricas en el Hospital Cruces de Bilbao y en Cuidados Intensivos Pediátricos en el Gregorio Marañón.
¿Por qué eligió la especialidad de Pediatría?
Porque me gusta trabajar con niños y, de esta forma, podía hacer por ellos algo que no pueden hacer muchas personas, facilitar que crezcan sanos. Ser Pediatra me supone enfrentarme al reto constante de diagnosticar a pacientes que, en muchas ocasiones, no saben o no pueden decirte lo que les ocurre; y, además, me gusta el trato con los familiares, que son imprescindibles cuando es un niño el que está enfermo.
¿A qué nivel, respecto a otros países europeos, situaría la Pediatría española?
Es muy alto, pues no sólo contamos con un sistema sanitario público que da cobertura a los niños, lo que no ocurre en todos los países europeos, sino también con una buena oferta de medicina privada. Por otro lado, no en todos los países los niños son atendidos exclusivamente por pediatras, algo que sólo ocurre en siete, incluido España, sino que son atendidos por Médicos de Familia o Médicos Generales, pese a que es sabido por todos que el pediatra es el profesional más eficiente en el cuidado del niño, y es el que recurre con menos frecuencia a tratamientos, pruebas diagnósticas o derivaciones innecesarias.
¿Considera que en esta especialidad se han registrado avances importantes en los últimos años? ¿Cuáles destacaría?
Se producen avances en todos los campos de la Medicina, y la Pediatría es un especialidad en constante cambio. Destacaría muchas novedades en las distintas subespecialidades pediátricas, pero uno de los avances que considero más importantes es la amplia cobertura vacunal con la que contamos en nuestro país, cuyo reflejo directo es una disminución importante en el numero de procesos infecciosos graves en los últimos años. Otro ámbito a destacar es el de los cuidados intensivos neonatales, con una mejoría en la supervivencia y morbimortalidad de los recién nacidos extremadamente prematuros.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la población infantil?
El mayor factor de riesgo es la pobreza y la exclusión social. Muchas familias están pasando por un mal momento económico y esto repercute en la alimentación y el cuidado de los menores, y además, crecer en un ambiente social desfavorable dificulta que los niños adquieran herramientas para afrontar de forma saludable su vida adulta.
Y, ¿cuál es la enfermedad pediátrica más frecuente?
La patología pediátrica más frecuente son las infecciones (respiratorias, gastrointestinales…), en la mayoría de la ocasiones procesos leves que únicamente requieren tratamiento y cuidados en el domicilio, pero que precisan de un seguimiento constante para detectar aquellas que pueden precisar un tratamiento específico por el riesgo potencial que suponen.
Imagino que la implicación de padres, cuidadores… es fundamental para reducir los riesgos, ¿qué les aconsejaría?
La labor preventiva debe hacerse y es nuestra responsabilidad, como profesionales encargados de cuidar de la salud de nuestros niños, prevenir y cuidar. Desde que son pequeños, prevenir las caídas, la ingesta de tóxicos de forma accidental, usar medidas de seguridad en el automóvil, cuidar la preparación de alimentos…; y durante todo su crecimiento y hasta que llegan a la adolescencia, con la prevención de consumo de alcohol, prácticas sexuales seguras… Para ello aconsejamos a los padres que soliciten información en cualquier momento que lo precisen ante cualquier duda con respecto al cuidado de los niños.
