Versos del insomnio
Víctor M. Jiménez

Cuando el usurero de los besos
mastica cristales,
la fiesta de la lluvia
tizna la piel de las piedras
y rebosan de pétalos
los bolsillos de los desposeídos.

La liturgia de las luciérnagas
alumbra la elipsis de las pupilas
y la música del silencio
viene a rememorar
la geometría de las caricias
pagadas con monedas de un instante.

Artículo anterior60000 millones de nada
Artículo siguienteEl Gran Café acoge la exposición ‘FotoBrocense’

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí