Lunes de papel
Emilia Guijarro

Era un secreto a voces que todo el mundo conocía en Hollywood, pero muchos callaban con ese silencio espeso y pestilente que solo se rompe cuando es pasto de cotilleo y lenguas afiladas. Por eso ha sido tan impactante la denuncia de la modelo sueca Nastassia Malther contra el todopoderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein. Acompañada de su abogada hizo un relato detallado de la agresión sexual que sufrió, y como, previamente, había presumido de que cada actriz que había ganado un Oscar lo había hecho con su ayuda, y por ello debían sentirse agradecidas. Así parece que son las cosas en Hollywood.

A raíz de la denuncia, la ira de los estadounidenses se ha desatado contra Harvey, y otros famosos como él, que también han sido denunciados, y se ha puesto en circulación un hashtag, un eslogan, » yo también «(to mee) que ha inundado las redes sociales y ha puesto de manifiesto lo que ya sabemos desde hace tiempo que el problema es mundial, que los casos conocidos son la punta de un iceberg de los abusos sexuales sobre las mujeres.

Nunca unos pantalones ajustados, una minifalda, o un escote pueden servir para exculpar a los acosadores

También en Francia se está llevando a cabo otra campaña similar, «denuncia a tu cerdo», con la que se anima a las mujeres a denunciar a sus acosadores ante la justicia. Pero lo más sorprendente es que en el Parlamento Europeo, las europarlamentarias, las funcionarias y asistentes han denunciado abusos y violaciones. En su denuncia han terminado su alocución definiendo los despachos «como un semillero de acoso sexual». Si esto ocurre en el Parlamento Europeo, qué podemos esperar de otros lugares….Para acallar este escándalo se ha celebrado un pleno en el que se ha debatido el tema en un escenario prácticamente vacío y sin hombres.

En paralelo a esta campaña en la Universidad de Kansas (EE.UU) se ha inaugurado una exposición bajo el título ¿Qué llevabas puesto? Desmontado la culpabilización de la mujer, cuestionando que la forma en que van vestidas las mujeres sea una incitación al abuso y la violación. Nunca unos pantalones ajustados, una minifalda, o un escote pueden servir para exculpar a los acosadores.

A raíz de la convulsión del caso Weinstein hay un antes y un después, sobre todo cuando actrices como Susan Sarandon o Meryl Streep han su alzado la voz contra los abusos. Me quedo con las palabras de Meryl :» Las mujeres audaces, que han alzado la voz para destapar los abusos de Harvey, son nuestras heroínas. Actitudes como las suyas harán cambiar las cosas».

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