José Cercas

La Feria del Libro de Trujillo siempre fue algo más que libros. Es un cruce de caminos donde la palabra se hace canto, donde los recuerdos se sientan a conversar en la Plaza Mayor. Allí, entre toldos y balcones, se dibuja la memoria de quienes pasaron dejando una huella imborrable.

Hoy, cuando el silencio se hace más grande, me asomo al recuerdo de tres amigos: Pablo Guerrero, Patxi Andión y Luis Eduardo Aute. Tres hombres que eligieron la música como manera de decir verdad, y la poesía como refugio y desafío.

De Pablo, extremeño universal, guardo la voz serena y firme de A cántaros. En sus versos habitaba una ternura que sabía a tierra mojada, a esperanza compartida. Vino a nuestras jornadas de paz, a nuestras ferias, y siempre nos regaló su humanidad sencilla, como quien entrega una canción sabiendo que pertenece a todos.

De Patxi, hermano de tantas luchas y nostalgias, recuerdo la rebeldía hecha música. Sus canciones eran espejo de lo vivido, mapa de dignidades y heridas. En Trujillo compartimos tertulias, risas y silencios; en sus palabras había siempre un fuego que iluminaba incluso las noches más frías.

De Aute, artista total, permanece la memoria de su voz íntima y honda, de su manera de unir música, poesía y pintura en un mismo gesto. También estuvo en nuestra feria, regalándonos su cercanía y esa mirada lúcida que siempre buscaba belleza incluso en medio de la derrota. De él queda la certeza de que el arte puede ser también resistencia y ternura.

Los tres caminaron nuestras calles con la misma autenticidad con la que se subían a un escenario. No eran ídolos lejanos, sino compañeros cercanos, hombres que hablaban con el corazón abierto.

Hoy que la feria vuelve a desplegar sus toldos, su ausencia se hace presencia. Sus canciones siguen ahí, latiendo en quienes las tarareamos, recordándonos que el mundo puede ser más humano, más justo, más hermoso.

Pablo Guerrero, Patxi Andión y Luis Eduardo Aute no se han ido. Mientras haya un libro abierto, una canción que resista, una feria que convoque la palabra, ellos seguirán habitándonos.

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