El crecimiento de las plataformas de streaming ha cambiado la forma en la que consumimos contenidos audiovisuales, como películas o series. Los espectadores, ávidos de nuevo contenido y deseosos de ver la nueva temporada de su serie favorita, se entregan a la pantalla para hacer un maratón de series, pero ¿son realmente buenos para la salud estos maratones?

Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) advierten sobre dos efectos secundarios del consumo intensivo de plataformas: la llamada ‘memoria de pez’ y el ‘efecto túnel’. Estos dos fenómenos, según explican la profesora Elena Neira, experta en comunicación audiovisual, y el neuropsicólogo clínico Juan Luis García Fernández, tienen implicaciones tanto cognitivas como culturales, ya que afectan a la memoria, la atención y la capacidad crítica del espectador.

Memoria de Pez:
Se refiere a esa sensación de no recordar nada de la temporada anterior de una serie cuando empieza una nueva temporada meses o años después. Elena Neira señala que «es un fenómeno muy vinculado a los estrenos en bloque de temporadas, que suelen incitar al consumo en maratón». De esta manera, explica que «ver muchos capítulos de golpe influye sobre dos procesos básicos sobre los que se construyen nuestros recuerdos». Por un lado, «afecta a los procesos de codificación de la memoria que lleva a cabo nuestro cerebro cada vez que recibe una nueva información de interés, a los efectos de almacenarla correctamente y poder recuperarla más tarde». Y, por otro, se pierde el proceso de enlazar esa información con lo que ya está presente en la memoria, ya que «comentar la serie, reflexionar sobre ella mientras esperas la siguiente entrega, leer artículos, etc. contribuyen a cimentar la memoria a largo plazo sobre bases más sólidas». Cuando el espectador se entrega a un maratón, Neira concluye que «las conexiones son más débiles y, por tanto, es mucho más fácil olvidarlas». Juan Luis García Fernández confirma que este olvido no es casual. «No es que tengamos mala memoria, sino que estamos saturando el cerebro con demasiada información, sin darle tiempo a procesarla bien. Para que algo se nos quede en la memoria a largo plazo necesitamos prestarle atención, entenderlo, relacionarlo con otras cosas de nuestra vida y vincularlo con aspectos emocionales».
Efecto túnel:
Este fenómeno tiene que ver con cómo el algoritmo de las plataformas condiciona lo que vemos. Neira sostiene que «el streaming ha originado un nuevo modelo de espectador, activo en el consumo y pasivo en la elección, a pesar de tener libertad absoluta para elegir». García Fernández explica que el ‘efecto túnel’ ocurre cuando, al usar plataformas acabamos viendo siempre lo mismo o muy parecido, sin explorar otras opciones del catálogo». Esto responde a una tendencia natural del cerebro a repetir patrones que ya han funcionado. «Buscamos ver cosas que nos gusten, y qué mejor manera que cosas parecidas a las que nos han gustado», apunta. «Si todo lo que vemos es predecible, la adaptación a nuevos retos y aprendizajes se reduce». Y añade que ver contenidos fuera de la zona de confort «también permite activar regiones frontales relacionadas con el pensamiento crítico, el aprendizaje de nuevas informaciones, e incluso potenciar nuestra reserva cognitiva». ¿Qué podemos hacer para reducir los riesgos? Ambos expertos concluyen que «hay que recuperar el control, espaciar el visionado, elegir de forma consciente, explorar más allá de lo sugerido y comentar lo visto. De esta manera se mejora tanto la experiencia como la salud cognitiva.
FuenteAvuelapluma/Europa Press
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