Oday, de diez meses, nació en una situación ya precaria en la Franja de Gaza antes de perder a toda su familia directa en un bombardeo. No tenía certificado de nacimiento ni documentos de identificación, ya que los perdió en el ataque que mató a su familia.
«Su cuerpo estaba tan débil, sus ojos hundidos. No podía dormir bien y cada día su situación empeoraba», afirma el tío de Oday, que lucha por conseguir suficiente comida.
Mientras está al cuidado de su tío y de su tía, un líder comunitario descubre al bebé demacrado y débil en el refugio temporal donde se alojan. Este instó a la familia a buscar atención inmediata para Oday en la clínica móvil que operaba desde su refugio, en la escuela Al-Rafidin. El equipo médico lo examinó y midió la parte superior de su brazo a 9,3 cm de MUAC, el medio reconocido para detectar la desnutrición. Oday tenía desnutrición aguda severa y estaba deshidratado, con emaciación severa.
«Nunca olvidaré cómo nos trataron, nunca me sentí solo», dice el tío de Oday sobre el proceso multisectorial que les consiguió ayuda. «Siempre había alguien ahí para consolarnos y guiarnos en cada paso del camino».

Afortunadamente, había un centro de estabilización cerca donde Oday podía ser ingresado para una alimentación intensiva. Durante diez días, fue monitoreado de cerca mientras recibía nutrición terapéutica y, en ese tiempo, Oday volvió a sonreír. Su MUAC ya medía 11,2 cm y su cuerpo adquiría una apariencia redondeada. También había comenzado a gatear y a responder a los sonidos.
«Oday no es solo un superviviente, es un símbolo de esperanza. En el corazón del desplazamiento y la pérdida, un niño pequeño comenzó a sonreír nuevamente. Ese es el poder de la intervención temprana», señala Melanie Galvin, Jefa de Salud y Nutrición de UNICEF Estado de Palestina.
Lo que le sucedió a Oday muestra que, «Incluso en refugios superpoblados y bajo una inmensa presión, el apoyo oportuno puede salvar la vida de un niño», concluye Melanie. El caso de Oday ilustra la importancia de salvar vidas de la evaluación y el tratamiento tempranos de la desnutrición aguda. Para que eso suceda a escala, las familias palestinas en la Franja de Gaza necesitan un alto el fuego inmediato y sostenido, acceso a asistencia humanitaria y alimentos comerciales, y la oportunidad de reconstruir los sistemas alimentarios locales.
























