La empresa eléctrica emplea ya esta aplicación, creada en Extremadura, en unos 600 dispositivos móviles que utilizan las brigadas de campo.
La empresa extremeña CGSOFT (Computer Global Software) es la encargada de desarrollar, junto con Iberdrola, un pionero sistema de movilidad para optimizar la gestión de las incidencias y las órdenes de trabajo en campo que desarrollan las brigadas de la eléctrica en el área de la distribución. Esta aplicación, denominada Xone y creada en Extremadura, se utiliza en la actualidad en alrededor de 600 dispositivos móviles que emplean profesionales de Iberdrola en toda España.
A través de esta aplicación móvil, los técnicos de campo pueden conocer en tiempo real la existencia de incidencias en las instalaciones del cliente y disponen en su terminal móvil de toda la información necesaria para la gestión de las mismas. Pueden conocer la localización exacta de la incidencia, el tipo de instalación, consultar el histórico, operar la red en tiempo real para la resolución…, siendo su objetivo último “lograr una reducción aún mayor de los tiempos para la resolución de las incidencias que afectan al suministro”, señala la compañía.
Añade, al mismo tiempo, que esta adjudicación es “un ejemplo más del compromiso” de Iberdrola por el desarrollo de las comunidades autónomas donde está presente y “afianza su papel como tractor de la economía local y regional”. Y además, concluye, “gracias al trabajo desarrollado para Iberdrola otras empresas, de menor tamaño, pueden acceder a nuevos sectores y mercados en los que afianzar su crecimiento y su apuesta por la tecnología”.
Iberdrola es una compañía con fuerte implantación en Extremadura, donde cuenta con instalaciones de generación que suman una potencia instalada de 1.971 MW, una amplia red de distribución eléctrica y una plantilla formada por 310 empleados.
En 2015 su actividad en la región generó un impacto económico de 188 millones de euros a través, principalmente, de las compras a 140 proveedores, por valor de 19 millones; a las inversiones, por unos 66 millones; y al impacto fiscal de la actividad económica, que superó los 89 millones.
