La bruja Circe
No estoy de acuerdo en que para manifestar el descontento con la situación palestina, por más insostenible, penosa e injusta que sea. Utilizar a unos deportistas que llevan años de esfuerzo y preparación. Ponte en la puerta donde se reúnen, diputados o senadores y dales caña, grita, encadénate a los leones o lo que te parezca.
Pero el deporte ha sido desde el principio un lugar de encuentro, un tiempo en el que se cesaban los enfrentamientos y la guerras para encontrar el modo de convivencia, de diálogo y deportividad.
En las olimpiadas griegas durante la celebración de la competición se promulgaba la Ἐκεχερία, la tregua olímpica. Lo hacían para facilitar que los deportistas que acudían, amigos o enemigos, pudiesen viajar y competir con seguridad.
Si se pierde la esencia de la deportividad, es porque se ha perdido el respeto, respetar el espacio de otros es fundamental para sentirse en libertad de expresarse.
Otra cosa es que, por no estar de acuerdo nosotros y nuestros deportistas, de forma voluntaria, no acudamos a acontecimientos deportivos y olimpiadas donde participe el actual estado de Israel. Eso es una postura legítima.
Claro que a nadie de los gerifaltes del poder internacional le va a importar el jefe de estado de Israel, al contrario de sentirse presionado, lo que hará será poner más y más trabas para que las ONG españolas puedan llevar ayuda.
A los políticos de este país, se le pondrán las cosas más difíciles y de ese modo, favoreceremos que personas que están deseando subirse al podio del poder, escalen y se manifiesten con una bandera de Israel al lado de Netanyahu y prohibiendo de paso cualquier manifestación a favor de lo que denominarían seguidores del terror.
No nos olvidemos de los últimos movimientos. Preparar y meter un espía y desestabilizador, a un político claramente corrupto y afecto a los elementos más extremista el espectro político a la derecha de Dios y después de tenerlo años cultivando la corrupción usarlo para hacer saltar la democracia por los aires y los seudo liberales, tontos, ignorantes, ciegos y descuidados. Permitiendo que ese virus se pegará y multiplicará a los que a él se acercaban.
Y luego el continuo asedio el uso y abuso de los medios judiciales para bombardear con demandas, que son como la fábula de la calumnia.
No basta que sean rechazadas, no bastaría ni una petición pública de perdón, si tiras las plumas de la gallina en el tejado, nunca puedes recogerlas todas y sabéis el refrán » calumnia que algo queda».
Yo soy demócrata y está política de hacer enfrentamientos a sangre para imponerse, olvidado que quien, elige y vota es el ciudadano y tiene derecho a hacerlo con datos fiables y no con bulos ni partidos de pelota me revienta.
Que tengáis un buen otoño.
