Javier Garcinuño – Senador por Cáceres
Miembro de la Comisión para las Políticas Integrales para la Discapacidad
El balón volvió a rodar. Concluyeron las diferentes Ligas y en Lisboa se decidirán los Campeones de la Champions League.
Millones de espectadores estarán pendientes de sus televisores para ver jugadas , paradas , regates , goles y quienes levantan la ansiada Copa.
Hace unos meses asistí con mis amigos Raúl , Ángel , Félix y Domingo a tres jornadas de la Liga Nacional Futbol 7 FED Parálisis Cerebral en el Campo “ Eras de las Matas “ de Malpartida de Plasencia.
Es imposible jugar con más ilusión y deportividad que como hacen los integrantes de los ocho equipos que forman esta Liga.
Resultaba emocionante ver la lucha y entrega de TODOS por querer ganar pero siempre respetando al rival. En doce partidos apenas hubo tarjetas amarillas. Cuando un defensa chocaba con un delantero , si se caía, era el primero que le ayudaba a levantarse y pedirle perdón. Los goles se celebraban con los compañeros , sin ningún tipo de exaltación ni humillación hacia el otro equipo.
En el descanso de unos de los partidos me presentaron al seleccionador nacional y me transmitió la dificultad de llevara cabode este proyecto deportivo. La visualización es nula , y la financiación escasa , al contrario que ocurre con el denominado “deporte de élite”.
Los medios deportivos , los políticos y la sociedad en su conjunto debemos hacer una profunda reflexión para poner en valor a estos auténticos deportistas.
Para miles de ellos resulta desalentador que no se visualice su compromiso personal y esfuerzo..
Ejemplos como los de nuestros jugadores con parálisis cerebral de la selección de Extremadura deberían presentarse en las escuelas deportivas de nuestra región para concienciar a los chicos y chicas del verdadero valor del futbol y el deporte.
Andrés Iniesta , uno de los mejores futbolistas españoles de todos los tiempos , afirmó en su día : “ No juego para ganar balones de oro , juego para ser feliz “. Es el mejor resumen del sentimiento de miles de deportistas con discapacidad que no luchan por un trofeo , pero a los que se les debe un reconocimiento y que dejen de ser “invisibles”.