Su paso por Cáceres para participar en los debates de Foro Arte no dejó indiferente al público (que llenó la Filmoteca de Extremadura para verle y escucharle), ni a los medios. A los que dedicó parte de su tiempo (sin perder su ritmo pausado y sus silencios casi exasperantes) para reflexionar acerca del arte.
De aquello que dijo hace un par de años de que el arte había tocado fondo porque estaba en manos del dinero, López señala con retranca: “si he dicho eso, son tonterías… Lo que sí que es cierto es que el arte necesita el dinero”.
“El arte necesita el dinero. Y el artista siempre se ha movido hacia los espacios donde hay una sociedad más generosa”, zanja el artista.
El arte “es un invento del hombre y hay que respetarlo. No es más que el reflejo del alma de las personas. Por eso, el hombre vive en confusión, y el artista también” cavila el pintor.
“El hombre, el ser humano, ha tocado fondo. Como criatura se encuentra en un momento de incertidumbre en muchos aspectos (religiosos, políticos) y esto influye en el arte”, en palabras del pintor de Tomelloso.
“El ser humano ha tocado fondo. Como criatura se encuentra en un momento de incertidumbre”
“En el arte nos movemos dentro de un territorio complejísimo, porque no es como la ciencia; en el arte nada es demostrable”, razona López, en declaraciones a AVP. En este sentido, y preguntado por la función del arte, López subraya que sería la de “acompañar al ser humano hacia su destino, pero no cambiarlo; porque solo es la ciencia la que tiene esa capacidad”.
En el debate, que tuvo lugar en la sede de la Filmoteca de Extremadura en Cáceres, López estuvo acompañado por los artistas Darío Urzay y Juan Ugalde. Un debate que sobre la vigencia de la pintura, y que estuvo moderado por Antonio Franco director del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC).
«La pintura cambiará como cambia el hombre, pero su espacio no desaparecerá”, continúa López, precisando que su eclecticismo le lleva a sentirse influido por muy diversos aspectos, desde “la literatura, a la música popular”. Klee, Chagall, Picasso, el arte griego y la experiencia de lo natural, son algunas de las influencias citadas por Antonio López.
El artista, de 79 años, recuerda que con 12 años “dejé de jugar en la calle y me puse a copiar un libro de pinturas. Y entonces sentí el placer de hacer algo.» Ahora, López afirma que “sigo trabajando en lo mismo de siempre: personas, escenarios…”. Y se queda callado; como si no quisiera contar más acerca de su actual proceso creativo o no quisiera compartirlo. No en vano, hablamos con un artista que se ha tirado dos décadas perfilando el retrato de una familia real ya caduca.
Eduardo Villanueva /