La localidad cacereña de Villanueva de la Sierra celebra este próximo lunes, 26 de febrero, su Fiesta del Árbol, declarada Bien de Interés Cultural en julio del año pasado, y que reivindica como el primer acto medioambiental del mundo cuando, tras un incendio que asoló la zona en 1805, los vecinos realizaron una plantación masiva de árboles en el entorno para recuperar la naturaleza arrasada.
Ese hecho se sigue rememorando desde entonces y, cada mes de febrero, desde hace 213 años, niños y mayores plantan en los montes de la comarca de la Sierra de Gata próximos a la localidad unos 200 árboles, álamos en su mayoría, pero también de otras especies autóctonas.
Pero en esta edición la fiesta irá un poco más allá y una veintena de vecinos va a realizar una recreación histórica, ataviados con trajes de la época, de cómo sucedieron los hechos “para que todo el mundo pueda vivir el momento en el que se produjo la fiesta medioambiental más antigua del mundo”, ha indicado el alcalde de Villanueva de la Sierra, Felipe Saúl, en la presentación de la actividad este jueves en la capital cacereña.
Al acto ha asistido la presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, quien ha destacado que se trata de “una fiesta de reivindicación medioambiental”, que este año cuenta con una ayuda de 20.000 euros de la diputación cacereña.
Representación
El alcalde de la localidad ha explicado que la iniciativa de la celebración de esta fiesta partió del sacerdote de la villa en 1805, Ramón Vacas Roxó, que ayudado por los niños, comenzó a plantar árboles por todo el pueblo después de que un rayo ocasionara un incendio que acabó con los medios económicos de muchas familias, cuyo único sustento era el campo.
Esto es lo que este lunes día 26, a partir de las 12,45 horas, recrearán los vecinos en la plaza del pueblo, donde se representarán tres escenas. Una que presenta a una familia humilde desolada ante la pérdida de sus bienes por el incendio, otra en la que el sacerdote organiza una asamblea municipal y decide instaurar la Fiesta del Árbol, y una tercera, en un paraje cercano a la localidad, donde se plantarán cinco árboles de forma simbólica para rememorar ese momento histórico.
La Asociación de Mujeres de esta localidad de unos 450 habitantes se ha encargado de hacer los trajes del cura, el alcalde y de los vecinos de la época que representarán la obra escrita por Ángel Hernández, un maestro jubilado que se ha encargado de poner letra a este hecho para el que los actores aficionados han ensayado durante dos meses, ha relatado Generoso, que encarnará al alcalde de 1805.